No siempre a quien madruga Dios lo ayuda. Bien lo sabe Darío Astiz Quesada, imputado por el robo de una óptica ubicada en la calle Mitre al 400 en San Luis.
El martes, alrededor de las 6, el hombre de 36 años fue sorprendido cuando rompió la vidriera, sacó 15 pares de anteojos nuevos y los guardó en un morral. Posiblemente nadie pasaba por el negocio enrejado a esa hora. Pero lo vieron a través de las cámaras públicas de seguridad desde el centro de monitoreo y avisaron al Comando Radioeléctrico. Aunque intentó huir con su botín, policías motorizados frenaron sus pasos en Belgrano y San Martín. Luego lo trasladaron a la Comisaría Primera.
Poco después, el dueño de la óptica reconoció los lentes de diferentes marcas y modelos. Algunos para alejar los rayos de sol y otros para usar con graduación.
Al mediodía, el madrugador se presentó en la audiencia de formulación de cargos. La jueza de Garantía N° 2 de la Primera Circunscripción, Agustina Dopazo, ordenó la prisión preventiva de Quesada durante 40 días por robo simple. Lo trasladaron al Servicio Penitenciario Provincial.
En la audiencia, la fiscal adjunta de Instrucción N° 2, Ornela Costa, le formuló cargos por robo simple y solicitó 60 días de preventiva. Aseguró que existe riesgo de fuga y destacó que el imputado es reincidente.
Mientras que el defensor oficial en lo penal, Carlos Salazar, no estuvo de acuerdo en la calificación legal provisoria. Pidió que los cargos se formularan por robo simple en grado de tentativa (intento de robo). Quesada eligió el silencio.
Durante los 40 días que el hombre de los anteojos nuevos estará en la cárcel, la fiscalía deberá seguir con la investigación e incorporar las evidencias restantes.
