Cada año cientos de vecinos y turistas disfrutan del acontecimiento que fusiona buenas prácticas comerciales y alimentación saludable.
Nacida con el fin de impulsar actividades que fomenten la producción primaria y artesanal y de crear nuevos puestos de trabajo, a partir de la crisis del 2001, la Feria Franca de Villa de Merlo se convirtió a lo largo de estos más de 20 años en uno de los paseos obligados para vecinos y turistas.
Es un espacio donde se genera un intercambio permanente y directo entre productores de toda la costa de los Comechingones y consumidores, a través de la comercialización de alimentos orgánicos y productos agroecológicos, sin ningún tipo de intermediario.
Este pequeño mercado local promueve la alimentación saludable y la producción sustentable, como contrapropuesta al modelo de agronegocio. Allí se pueden conseguir frutas y verduras, pastas caseras, huevos de campo, queso y yogurt de cabra, así como también medicina alternativa y cosmética natural.
Pero eso no es todo, la feria se complementa con entretenidos espectáculos musicales y números artísticos, que crean un ambiente festivo y acogedor para quienes la visitan.
Hasta hace unos pocos días, los pintorescos y variados puestos se podían encontrar todos los sábados por la mañana en la plaza Marqués de Sobremonte, pero cuando comenzaron las obras de remodelación, tuvo que trasladarse.
Ahora, se puede recorrer en calle El Ciprés y Presbítero Becerra, donde funciona esos mismos días, en el horario de 09:30 a 13:30, siempre y cuando el clima acompañe.