Empezaron a instalar sensores con el propósito de tener más precisión en el control hídrico. Ya colocaron uno en San Francisco. De los 20 embalses, a 16 les falta agua.
Mientras San Luis sigue esperando la lluvia, ya que la anunciada tormenta de Santa Rosa se presentó en la provincia solo en forma de aisladas lloviznas que no inciden en el caudal hídrico, y de los veinte embalses dieciséis están bajo cota, el gobierno provincial mejora la forma de medir esa información clave para la vida y la producción: empezó a instalar sensores en los diques con el objetivo de ampliar el monitoreo hidrometeorológico.
En el proyecto trabajan la Agencia de Ciencia, Tecnología y Sociedad y la empresa estatal San Luis Agua.
El primer aparato para medir las cotas ya fue instalado en el dique Las Palmeras, en San Francisco. El sistema trabaja con sensores de radar que funcionan a través de pulsos ultrasónicos, lo que permite medir el nivel del agua de manera precisa y sin contacto físico, informó la Agencia de Ciencia, Tecnología y Sociedad, responsable de ejecutar la política científica y tecnológica del Gobierno Provincial.
La tecnología montada fuera del agua garantiza mediciones exactas en tiempo real, esenciales para la gestión y monitoreo de los recursos hídricos, agregó la fuente.
Para la implementación del proyecto, fue necesaria la adaptación de dispositivos de registro de datos (data loggers) y estaciones meteorológicas, para realizar mediciones horarias de las cotas. Guillermo Concha, integrante de la Red de Estaciones Meteorológicas (REM), explicó que los aparatos fueron ajustados por el equipo técnico del organismo, para optimizar su funcionamiento en este nuevo contexto.
“El sensor instalado en San Francisco está en fase de prueba y operando con éxito, capturando datos que pronto estarán disponibles en el sitio web institucional de la REM. Prevén la expansión de esta tecnología a los demás diques, con la intención de mejorar la gestión de los recursos hídricos y proporcionar información en tiempo real para una respuesta rápida ante cualquier variación en las cotas”, precisó la Agencia.
La última medición en los reservorios de agua de la provincia fue el viernes pasado, 30 de agosto. Solo el Dique Chico, con 0,01 metros, tenía cota positiva. El embalse Villa Mercedes, el San Pedro y el Vulpiani tenían la cota en cero, al ras del vertedero. Todos los demás tienen cota negativa. La medición más inquietante es la de Saladillo, que está 10,66 metros por debajo del vertedero; Paso de las Carretas le sigue de cerca con 9 metros de menos; en tercer lugar, Luján, con 5,13; y cuarto, con una baja también preocupante, el “Antonio Esteban Agüero” (Río Grande, cerca de El Trapiche), con 4,06. En cuanto al tiempo que llevan sin llegar al nivel de vertedero, hay varios embalses en estado alarmante. La estrechura, que hoy registra -2,85, tuvo cota positiva por última vez el 16 de junio de 2014. Nogolí tiene cota negativa de 3,3, y lleva más tiempo sin cota positiva, desde el 12 de julio de 2017, cuando fue de apenas 0,05. El San Felipe no llega al nivel del vertedero desde el 27 de julio de 2017 (tuvo apenas 0,05) y hoy está en -1,86. Paso de las Carretas no registra cota positiva desde el 12 de abril de 2021, y en esa fecha fue de sólo 0,05.
El gobierno analiza otra intervención en los diques provinciales, la de instalar turbinas para optimizar el abastecimiento de energía en las zonas cercanas a los espejos de agua. El proyecto es impulsado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
“Es una posibilidad para que nuestros diques y embalses, su alumbrado y los edificios públicos sean autosustentables, se optimice el uso de la energía y aprovechemos al máximo nuestros recursos hídricos”, subrayó el director de Gestión Ambiental de Recursos Energéticos, Nicolás Ramos.
