Entró a la fuerza, envalentonado por el alcohol y la droga que corrían por sus venas, pero sobre todo por su naturaleza violencia. Aprovechó que su pareja no estaba en su casa y encerró a sus hijas menores de edad. No estaba claro lo que quería hacer. Primero las retuvo ahí, a mitad de la noche. Luego tomó a la más pequeñas de ellas y quiso llevársela en contra de la voluntad de su madre. Y, en el camino, atacó a su hija adolescente. Lo detuvieron.
Ocurrió en el barrio 500 Viviendas de Villa Mercedes. A mitad de la madrugada, alguien llamó al 911 y solicitó urgente la presencia de la Policía porque había un hombre fuera de control que habría agredido a sus hijas. Al llamado acudieron los patrulleros del Comando Radioeléctrico.
Al arribar vieron a dos mujeres, de 42 y 26 años, madre e hija, que retenían a un hombre de 38. La mayor de ellas les contó a los efectivos que él es su pareja.
Relató que había llegado al domicilio en aparente estado de ebriedad y bajo los efectos de las drogas y, así, había ingresado a la fuerza. Una vez dentro, encerró a sus otras dos hijas de catorce y cuatro años, la más chica es la criatura que tiene en común la pareja.
Pero no se detuvo ahí. Trató de llevarse a la nena a la fuerza. Pero, como intentaron detenerlo, empujó a la adolescente y terminó encerrándolas nuevamente en la casa. Cuando su pareja y su hija mayor llegaron las mujeres lograron contenerlo e inmovilizarlo.
