En línea con la decisión de los obispos de Argentina, reunidos la semana pasada en la 123° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Gabriel Barba adhirió a las convocatoria para el próximo viernes 17 de noviembre, a una Jornada de Oración por la Patria.
Lo hizo a través de una invitación que expresa:
Queridos hermanos:
A dos días de las elecciones donde elegiremos nuestro futuro presidente, los invitamos a que, junto a toda la Iglesia en Argentina, RECEMOS POR LA PATRIA.
En nuestra Diócesis de San Luis, los invito a que TODAS las celebraciones de ese día estén dirigidas con esa intención.
En todas ellas recemos la ORACIÓN por la PATRIA.
Pidiendo sabiduría para ejercer nuestro deber ciudadano de la mejor manera posible, guiados por nuestra buena conciencia y recta intención.
Pidamos por el futuro presidente que será electo.
Y por el futuro de nuestra Nación, para que la justicia, la paz, el derecho y el bien común sea siempre la visión y el compromiso de todos los argentinos, cada uno según su responsabilidad.
En las Misas, terminemos rezando la Oración por la Patria.
Invitemos a sumarse en las Adoraciones Eucarísticas de ese día con esta intención.
A los niños de catequesis, también invitémoslos a ser parte de esta oración.
Que se rece ESPECIALMENTE el Santo Rosario en todas las comunidades y en los hogares, culminando con la Oración por la Patria.
En los colegios católicos, provean los Directivos de espacios de oración con los alumnos y docentes, invitándolos a ser ciudadanos comprometidos, especialmente ahora, rezando por la Argentina en esta etapa electoral tan importante, finalizando estos espacios con la Oración por la Patria.
Como ciudadanos de fe, no solo nos comprometemos a cumplir con nuestro deber ciudadano, sino también nos unimos todos en oración por la patria.
+ Mons. Gabriel Bernardo Barba
Obispo de San Luis
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ORACIÓN POR LA PATRIA
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
