El horizonte de crecimiento ganadero en San Luis se muestra positivo. Al menos así lo demuestran las últimas cifras de las existencias bovinas en la provincia proporcionadas a Todo Un País desde el Senasa, que registran un crecimiento del 8,42%, mientras que a nivel nacional la caída es del 2,2%.
Con un aumento de 117.174 cabezas en comparación con 2023, el stock bovino en la provincia revirtió su tendencia a la baja y llevó el total de vacunos existentes al 14 de abril pasado a 1.392.090 animales.
El 30 por ciento de ese total se concentra en Dupuy, el departamento que lidera en stock con 499.778 cabezas, de las cuales 271.538 son vacas, distribuidas principalmente en las áreas de Unión, Buena Esperanza y Arizona. Le sigue Pedernera, con 340.055 bovinos, el 25% del stock provincia, con 144.000 vacas. El tercer puesto lo ocupa Pringles, con 178.993 animales, seguido de Pueyrredón, con 110.337; Ayacucho, con 70.426; Chacabuco, con 59.760; San Martín, con 56.743; Belgrano, con 53.463, y Junín, con 22.535 cabezas.
El crecimiento de la actividad bovina local podría explicarse en parte por la tendencia del mercado inmobiliario nacional. Tierras a costos accesibles, autopistas y acueductos colocan a San Luis entre las tres provincias preferidas para los inversionistas ganaderos de otras provincias, según la última evaluación de Federico Nordheimer, CEO de Nordheimer Campos y Estancias.
Flujo de terneros
Por otra parte, el Senasa detalló a este medio que los envíos terneros y terneras desde San Luis durante 2024 fueron de 395.000 animales, mientras que los ingresos alcanzaron los 366.112. En tanto, los envíos de ambas categorías desde San Luis en 2023 fueron de 401.555 cabezas y los ingresos de 397.073. La actividad ganadera en la provincia, en especial los establecimientos de cría, viene muy golpeada por el clima.
La reducción del stock ocurrida en 2023 se atribuye a varios factores, entre ellos, la prolongada sequía que afectó la región, servicios reproductivos ineficientes, bajos índices de preñez, mayor mortandad de animales y un elevado nivel de envíos a faena.
Además, la falta de retención de vientres ha sido un desafío significativo, ya que muchos ganaderos optaron por vender hembras en lugar de retenerlas para reproducción, influenciados por fluctuaciones en los precios de la carne y altos costos de producción.
Caída del stock nacional
En 2024, el stock vacuno argentino cerró en 51,6 millones de cabezas, una cifra que en comparación al año previó, significa una caída del 2,2%. El dato se conoció a partir de un informe elaborado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y, además de evidenciar el estancamiento de la actividad -que no logra romper la barrera de los 50 millones de cabezasratificó que se trata del registro más bajo de los últimos 14 años.
La cifra más baja previa a la del año pasado es la de 2011, con 50,7 millones de cabezas; y el pico de los últimos años había sido 2018, con unos 55 millones. De todos modos, según se desprende de los datos oficiales, algunos índices productivos experimentaron leves mejoras, aunque no alcanzaron para revertir la tendencia negativa en el sector. Un caso evidente fue el apartado de terneros y terneras.
En este renglón, el destete creció en un año de 61,9% a 65,2%, que según la cartera agropecuaria superó el promedio de la serie 2007-2024 (61,9%) y es el segundo mejor tras el récord del 66,7% alcanzado en 2022. Pero a pesar de la mejora en un apartado sensible de la producción ganadera, los 14,6 millones de terneros y terneras registrados en 2024 son 82.000 menos en comparación con 2023. Buenos Aires se ubicó en el escalón más alto del podio, con 19,4 millones de cabezas.
El segundo lugar fue para Santa Fe, con 6 millones de cabezas y el tercer lugar para Corrientes, que con 4,5 millones de vacunos se ubicó apenas por encima de Córdoba y Entre Ríos, en ambos casos con 4,3 millones de cabezas.
Por regiones, la mayor variación negativa fue en Cuyo, que con 1,89 millones de cabezas retrocedió un 7,2%, aunque San Luis es la excepción al registrar un aumento de su stock
