La banda brindó un concierto imponente ante miles de espectadores de dos horas duración.
Los Rolling Stones iniciaron el domingo su gira por Norteamérica en el estadio NRG de Houston, con todas las entradas agotadas, con la gente viajando desde varias ciudades para ver a una de las bandas de rock más longevas del mundo en la que algunos creen que puede ser su última gira. El concierto fue el primero de 16 en Estados Unidos y Canadá hasta julio. La banda, formada hace más de seis décadas, abrió con “Start Me Up” y Mick Jagger salió al escenario con una brillante chaqueta a rayas, una camisa gris de lentejuelas y pantalones negros. El público se puso inmediatamente a bailar este clásico de 1981.
Jagger, de 80 años, bailó, saltó y corrió por el escenario mientras exhibió su registro vocal, quien actuó junto a Keith Richards, de 80, y Ronnie Wood, de 76 años, el núcleo superviviente de la banda.
Las 18 canciones que tocaron a lo largo de dos horas incluyeron una mezcla de clásicos y tres del último disco “Hackney Diamonds”, el primer álbum de material original de los Stones desde 2005 y la primera grabación desde la muerte del baterista Charlie Watts en 2021.
Los Stones cerraron el espectáculo con “(I Can’t Get No) Satisfaction.
