San Luis sumará sensores de humedad y temperatura del suelo en su red meteorológica

Permitirá obtener datos precisos en tiempo real, a distintas profundidades y en zonas estratégicas, facilitando la toma de decisiones agronómicas y con mejor calidad del monitoreo ambiental y agrícola.

La Red de Estaciones Meteorológicas (REM) de la provincia de San Luis avanza hacia una nueva etapa tecnológica que promete transformar la manera en que se monitorean las condiciones del suelo en distintos puntos del territorio provincial. A través de un proyecto impulsado desde la Agencia de Ciencia y Tecnología, se instalarán sensores especializados que permitirán medir en tiempo real la humedad y temperatura del suelo a distintas profundidades.

Guillermo Concha, responsable del programa IOT (Internet de las Cosas) dentro de la Agencia, explicó en detalle el alcance de esta iniciativa. “Esta tecnología ya la habíamos adquirido hace un tiempo, pero recién ahora comenzamos con las pruebas de instalación y funcionamiento. Los sensores se colocarán a distintas profundidades: 5, 10 y 30 centímetros, lo que permitirá obtener información clave para el manejo agronómico de los cultivos”, detalló a Todo Un País.

Aunque la REM cuenta actualmente con 58 estaciones distribuidas en todo el territorio provincial, la instalación de estos nuevos sensores se realizará, en una primera etapa, en al menos ocho localidades estratégicas.

“Tenemos pensado colocar este tipo de sensores en lugares seleccionados, como por ejemplo en el aeropuerto de Santa Rosa del Conlara, donde ya estamos haciendo pruebas desde hace dos semanas”, comentó Concha.

Las tareas de prueba e instalación comenzaron en la estación meteorológica de la Universidad de La Punta, donde se aprovecha la cercanía y facilidad de acceso para los trabajos técnicos. “Nos ayudó mucho la gente de Medio Ambiente, quienes nos facilitaron una hoyadora para realizar las perforaciones. Luego usamos ductos de 200 milímetros de diámetro para alojar los sensores de manera segura y poder hacer un mantenimiento más limpio y rápido en caso de fallos”, explicó.

Con un enfoque meticuloso, el equipo técnico busca evitar errores y aprovechar al máximo los recursos ya invertidos. “Primero hicimos pruebas para entender cómo funcionaba el equipo, qué herramientas eran necesarias y cómo facilitar la instalación. Ahora que tenemos todo claro, estamos listos para avanzar”, afirmó.

Pero la ubicación de los sensores no se definirá al azar. Concha adelantó que ya están coordinando reuniones con especialistas del INTA para definir los sitios más adecuados, priorizando aquellos con mayor necesidad de datos agronómicos. “No queremos colocar sensores donde no se aprovechen. El objetivo es que los datos obtenidos sirvan realmente a los productores. Por eso buscamos que técnicos especializados nos orienten sobre las mejores ubicaciones”, explicó.

El propósito final es claro: cerrar una de las brechas más importantes en la disponibilidad de información agronómica para el productor. “Hoy no tenemos datos ni de humedad ni de temperatura del suelo, ni por sensores ni por información remota. Esto limita mucho a quienes trabajan en el campo. La idea es que esta información esté disponible en nuestra página web, de acceso público, como todos los datos de la REM”, afirmó Concha.

Uno de los objetivos más ambiciosos del proyecto es que los datos locales puedan ser utilizados para calibrar imágenes satelitales, mejorando la calidad de los productos de monitoreo remoto a nivel provincial.

“Ojalá el día de mañana podamos llegar a la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) y decirles: ‘Miren, tenemos estos datos de campo que pueden servir para ajustar sus modelos’. Eso nos permitiría tener información más precisa sobre lo que realmente está ocurriendo en el territorio”, señaló.

En paralelo, también se trabaja en la incorporación de nuevos sensores de radiación solar, en especial en zonas productivas claves como la Cuenca de Río Quinto, donde se concentra la producción de alfalfa. “La radiación solar es un dato que los productores utilizan mucho, por ejemplo, para el manejo de forrajes. Actualmente no tenemos sensores de este tipo en el sur provincial, por lo que estamos planificando su incorporación en esa región también”, reveló.

El desafío, reconoce Concha, no es menor: “San Luis es una provincia muy grande y tenemos un equipo técnico reducido. Apenas tres personas mantienen toda la red. A veces queremos avanzar más rápido, pero tenemos que atender también fallas, hacer mantenimiento y eso nos retrasa. Por eso vamos paso a paso, priorizando zonas estratégicas”.

A pesar de las limitaciones, el proyecto avanza con decisión y apunta a reforzar el vínculo con el sector agropecuario, brindando herramientas concretas para mejorar la toma de decisiones. “Nuestra intención es cumplir con la gente del campo. Ya estamos llegando al ciudadano común con el pronóstico del tiempo, pero al productor todavía le falta información clave como cuánta humedad hay en el suelo o qué profundidad alcanzó una helada. Esta nueva tecnología viene a cubrir ese vacío”, aseguró.

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