La escuela N°43 «Dr. Tomás Jofré» del populoso barrio 960 viviendas de Villa Mercedes se convirtió, de un momento a otro, en el escenario de un escándalo entre amantes, propio para alquilar balcones y seguir con la mirada mientras cualquier espectador se llena la boca de pochoclos. Eso último sería si realmente se tratara de una novela o la nueva serie sensación de Netflix. Pero, por desgracia, ocurrió y tuvo como consecuencia a una mujer golpeada.
Según las averiguaciones de la fiscal 5, Gisela Milstein, Emanuel Maximiliano Alturria fue hasta ese establecimiento escolar, luego de que su esposa se enterara de que tenía un amorío con una empleada de la escuela. El hombre amenazó y golpeó a su supuesta amante, quien, encima antes, ya había recibido la visita de la pareja del ahora imputado. La mujer «engañada» fue para increparla.
Alturria fue detenido por el personal de la Comisaría 10°, ubicada a unos 80 metros del centro educativo. La mañana del miércoles, el agresor fue llevado a los tribunales para ser informado de la imputación y las pruebas en su contra. Milstein le formuló cargos por los delitos de «lesiones leves» y «amenazas».
La representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) repasó que todo sucedió el martes, alrededor de las 11. A esa hora Alturria se acercó hasta la escuela, situada en Tucumán y Olloqui.
La víctima trabaja como ordenanda allí. Cuando su presunto amante llegó, ella se movía de un lugar a otro del edificio. Él se le acercó, la tomó de forma violenta para tenerla frente a frente y trató de darle una trompada en el rostro.
La denunciante, por suerte, consiguió evitar ese golpe. Pero no logró esquivar otra piña que le dio en el brazo izquierdo y una patada que le pegó en la pierna derecha. Eso le provocó lesiones que después constató la médica, remarcó la fiscal instructora.
Pero ese no fue el único mal rato que sufrió la damnificada esa mañana. Un rato antes de la paliza de Alturria fue increpatada por la esposa del hombre. La mujer, que vive en el barrio y también lleva a sus hijos a esa escuela, no fue con medias tintas.
La interceptó y le exigió explicaciones porque le habían asegurado que ella tenía una relación con su marido.
Tras la golpiza, los policías arribaron al establecimiento. Pero eso no calmó al hombre que, al parecer, no le basta con una mujer. En otro acto de cobardía, amenazó a su amante.
Debido a los delitos, considerados excarcelables, la funcionaria no solicitó la prisión preventiva, pero sí que cumpla con ciertas pautas de comportamiento mientras la causa en su contra sigue su curso.
La jueza provisoria de Garantías, Natalia Pereyra Cardini, hizo lugar al planteo de la fiscal. Le ordenó a Alturria, entonces, que se presente en la fiscalía a firmar un libro una vez al mes y se mantenga alejado, a unos 50 metros de la víctima, no solo de su casa sino también de su lugar de trabajo.