En medio de un clima con temperaturas agradables que acompañaron toda la semana, una multitud volvió a acompañar las festividades del Cristo de la Quebrada. Como es tradición, las celebraciones centrales consistieron en una misa y posterior procesión por las calles del pueblo con la imagen del Cristo milagroso al frente de la marea humana de fe y devoción.
Las celebraciones litúrgicas estuvieron encabezadas por el obispo de San Luis, Gabriel Barba. El gobernador Claudio Poggi, el vice Ricardo Endeiza, funcionario del gabinete provincial y el intendente de San Luis Gastón Hissa participaron de las actividades.
Barba ofició la misa central desde la 15 con un altar especialmente decorado con la imagen del Papa Francisco acompañado de una ofrenda floral y escoltado por dos granaderos.
“Esta fiesta no se cierra solamente para los sanluiseños, esta es su casa, porque el Cristo ya está en su corazón desde antes”, expresó el obispo al inicio de la misa. Y agregó: “Volvemos decirle a Jesús ‘aquí estoy, seguís estando en mi corazón, quiero renovar mi fe, quiero apoyarme, quiero sentir tu fortaleza’”.
“Dejemos que Dios reconcilie nuestros corazones. Hoy, junto al Cristo de la Quebrada, lo que necesitamos es esto. Él cargó en la cruz nuestros pecados. Tenemos que irnos de acá, de la Villa, distintos a como vinimos. Dejemos de aquí nuestras preocupaciones y dejemos aquí a los pies del Cristo también nuestros pecados”, dijo Barba en otro pasaje.
El obispo dedicó un párrafo especial a la memoria del Papa Francisco. “Habrá miles de anécdotas del Papa de Francisco tenemos que hacer memoria de lo que nos ha enseñado con su magisterio. Nos ha impulsado a abrir las puertas, las puertas del corazón, las puertas de la iglesia, una iglesia que tenga lugar para todos”, expresó.
Tras la misa se realizó la procesión inundó las calles del pueblo con el Cristo abriendo paso y recibiendo el cariño de quienes esperaban su marcha.
También en Renca
Cientos de fieles se congregaron en el frente del Santuario del Divino Señor de Renca para participar de la misa y la procesión en honor y agradecimiento al Cristo del Espino. El gobernador, Claudio Poggi participó de las actividades en compañía del vicegobernador, Ricardo Endeiza.
El obispo Gabriel Barba dirigió su homilía: “Solo se llega a la patria celestial si aprendemos a descubrir al Dios con nosotros”, fue su mensaje. Monseñor Barba también expresó su tristeza por el reciente fallecimiento del Papa: “Francisco no solo fue el padre de la Iglesia sino también padre del mundo, enseñando por encima de las fronteras de la Iglesia. Ojalá nosotros podamos renovar esta fe de ser otros cristos y ser misioneros como él. Que podamos ser portadores de esta esperanza y de una bendición renovada”.
Finalizada la misa y con el Señor de Renca como estandarte, los fieles marcharon por las cuatro calles alrededor de la plaza principal del pueblo, agitando pañuelos. De la celebración participaron legisladores, intendentes y, en ocasión especial, una delegación del Regimiento de Granaderos a Caballo.
“Al Señor de Renca vengo a agradecerle desde lo personal por la salud, por la salud de la familia y, por supuesto, pedirle todo lo que nos está faltando en San Luis, fundamentalmente trabajo para quienes no tienen y que todas las mañanas salen a buscarlo con la esperanza de conseguirlo”, dijo el gobernador Poggi.