Nunca antes había pasado. Este miércoles, como parte del acto por el Día de los Servicios Penitenciarios Provinciales y el Día del Agente Penitenciario, encabezado por el Gobernador de San Luis, Claudio Poggi, por primera vez en la historia, con una aplanadora destruyeron todos los celulares que les encontraron a los presos en los numerosos controles carcelarios que realizaron los últimos años. En total, destrozaron 1.400 teléfonos.

Este hecho inédito forma parte de una nueva política institucional, para evitar la circulación de dispositivos en la prisión o que sean reutilizados de manera indebida.
Antes de proceder a la destrucción, retiraron los componentes contaminantes, tales como baterías y otros elementos que requieren tratamiento especial. Ante los ojos del Primer Mandatario de la Provincia, la Ministra de Seguridad, Nancy Sosa, y otras autoridades, la potente máquina también despedazó más de 1.300 baterías, 1.300 cargadores y 1.300 chips, informaron los voceros de Relaciones Policiales.
Los dispositivos electrónicos fueron secuestrados en inspecciones hechas en espacios donde suelen estar los internos, en el sector de ingreso de visitas a la cárcel y en los alrededores del Complejo Penitenciario, donde más de una vez intentaron realizar ingresos irregulares.
Según informaron, los residuos no se convertirán en un problema para el planeta. Seguirán protocolos ambientales adecuados, en línea con el compromiso del Servicio Penitenciario de San Luis de minimizar el impacto ambiental.
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