Cuando Emmanuel Correa Otazú fue llevado al Juzgado Federal de Villa Mercedes para ser indagado, el mismo 29 de agosto que le allanaron la casa y lo detuvieron, casi que había que ponerle un bozal para que parara de hablar. Hasta el propio juez federal Juan Carlos Nacul tenía que frenarlo de vez en cuando y preguntarle “¿qué dice? ¿qué dice?”, porque no lograba comprender lo que declaraba. Hablaba muy rápido y las palabras parecían tropezar y sobreponerse unas con otras. De su versión, sí pudieron sacar en limpio que el conocido abogado negaba tener un “kiosco de drogas” en su domicilio y estudio jurídico, así como también aseguraba no conocer a la chica que sorprendieron ese día con un kilo de cocaína en la terminal de micros.
El jueves pasado lo procesaron y lo enviaron al Servicio Penitenciario de San Luis. Su defensor, por ese entonces, Vicente Cuesta ratificó en un medio que en la vivienda y lugar de trabajo de su cliente y colega no hallaron ni 18 gramos y, por lo tanto, era más que obvio que esa sustancia era para consumo personal.
No obstante, los días de dar explicaciones para el hijo de la reconocida locutora Edith “Titi” Otazú y hermano de Rodrigo, el diseñador de joyas de las estrellas de Hollywood y cantantes hiper famosas, se acabaron. Ahora, otra vez, cambió de abogado. Es el ex presidente del Colegio de Abogados de Villa Mercedes, Gustavo Otegui. El letrado le aclaró a Todo Un País que, por el momento, a pedido de su asistido, no hará declaraciones en ningún medio de comunicación. Recordó que su cliente es padre de un hijo de apenas diez años. Pero deslizó la posibilidad de brindar alguna entrevista en el futuro, cuando los hermanos de Correa Otazú estén en Argentina.
Desde el 29 de agosto, justamente el Día del Abogado, el letrado procesado por vender estupefacientes ha pasado por dos semanas turbulentas. Al día siguiente de representarse a sí mismo, puede porque además tiene la licencia para litigar en causas federales, decidió llamar a Otegui y el joven colega que trabaja con él, Juan Manuel Dómeni. El ex presidente del Colegio de Abogados había dicho que dialogaron todo ese fin de semana, sin mencionar ningún detalle al respecto.
El lunes, a la mañana, Otegui se encaminaba a la sede del Juzgado Federal para constituirse formalmente como el defensor del hijo de la “Titi” y así tener acceso al expediente. Fue, entonces, cuando se enteró de que el letrado procesado había cambiado de opinión y ya no iba a requerir de sus servicios.
Al otro día, Correa Otazú designó a Vicente Cuesta como su representante. Pero el papel de ese segundo abogado también duró lo que un suspiro. Tras ser procesado con prisión preventiva y embargado por 41.600.000 de pesos, el hermano del famoso diseñador de joyas volvió a ponerse en contacto con su primera opción, Otegui. Y, por ahora, ese último letrado lo defiende. Eso sí, el acusado de vender cocaína en su domicilio de Juan W. Gez 80 se llamó al silencio y no quiere hablar sobre la causa por la que está en el pabellón de reclusos por causas federales, esos que tantas veces defendió, en su mayoría, procesados o condenados por violar la Ley 23.737, de tenencia y tráfico de estupefacientes, la misma que el fiscal Danilo Miocevic, sostiene que quebrantó él.
En lo del abogado, los policías de Lucha Contra el Narcotráfico incautaron: un envoltorio con casi seis gramos de cocaína, trece envoltorios con esa droga, con un pesaje de 12,1 gramos, otra bolsa hermética con restos de cocaína, 13 bolsitas con restos de esa sustancia, otros tres paquetitos, dinero en efectivo en pesos, dólares, reales y euros y dispositivos electrónicos (celulares, pendrive, etc).
En simultáneo, requisaron la vivienda de uno de sus presuntos socios, quien también está en la cárcel, Emmanuel Julio Andino. Ahí, en Balcarce 1511, secuestraron una bolsa de ziploc transparente, con cocaína compactada, de 554,30 gramos, dinero en efectivo en pesos, dos balanzas de precisión, tres celulares y otros dispositivos electrónicos, como dos terminales de pago de Mercado Pago, cuatro chips de telefonía móvil, entre otros elementos.
En su audiencia indagatoria, Correa Otazú había dicho que a Andino simplemente lo conocía porque era cliente suyo, es decir, ejercía como su abogado.
La otra procesada y detenida en el penal que tiene la causa es Laura Susana Fonseca, la joven de 20 años, que fue arrestada en la estación de colectivos. La detuvieron cuando bajaba de un micro que provenía de Córdoba. Tenía un paquete de cartón, todo encintado, y adherido a su espalda. Poco más de un kilo de la droga blanca y pulverulenta tenía oculta y adosada en esa parte de su cuerpo.
