Hace apenas nueve días, la Justicia Federal de Villa Mercedes procedió a la incineración de unos 92 kilos de marihuana y unas 120 plantas de cannabis sativa, sustancias secuestradas en diversos procedimientos llevados a cabo a lo largo de los últimos seis años. Pero es posible que, más temprano que tarde, realice una nueva quema dada la gran cantidad de sustancias que los policías de Lucha Contra el Narcotráfico incautaron tras dos allanamientos. Solo en una de las viviendas requisadas hallaron casi 62 kilos del estupefaciente verde. Lo encontraron prolijamente empaquetado, en bolsas de nylon, casi como si cada paquetito fuera un regalo, listos para la venta. En ese mismo domicilio había una anciana, en un visible estado de deshidratación, quien fue asistida de inmediato y puesta a disposición de su hija. Por toda la droga incautada detuvieron a cinco hombres, que pronto serán imputados por presuntamente violar la Ley 23.737, de tráfico y comercialización de estupefacientes.
Los sospechosos son Víctor Francisco López, quien ya nombró como defensor a Gustavo Reviglio, Rodrigo Emanuel García y Boris Mario García, quienes son asistidos por Gustavo Otegui, Daniel Horacio Montoya y Brian Joel Toledo, los cuales están representados por el defensor oficial Darío Cabrera, que trabaja desde Misiones. López y Cabrera no desconocen cómo es el proceso judicial de ahora en adelante, puesto que ya han estado involucrados en otras causas federales, reveló una fuente.
No trascendieron demasiados detalles sobre la investigación que llevó adelante la fiscalía federal de Villa Mercedes y la redireccionó hacia esos lugares. Pero seguramente fue el resultado de varios meses de averiguaciones, numerosas tareas de seguimiento y vigilancia de parte de los policías provinciales, bajo las directivas del fiscal Danilo Miocevic.
El domicilio en el que secuestraron la droga fue en Pedernera 1427, en el barrio Teodoro Felds. Allí los efectivos de la Provincia encontraron “122 paquetes de nylon transparente, con sustancia vegetal tipo florescencias”. Pesaban, en total, 61 kilos con 700 gramos. A raíz de semejante hallazgo aprehendieron a López, Montoya y Toledo. Les incautaron tres teléfonos celulares, documentación que podría estar relacionada con la causa y una herramienta tipo amoladora.
En esa vivienda, de calle Pedernera, también había una mujer de 74 años, madre de Montoya. El personal médico y también de la CANAF (Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia) la asistieron. Los médicos determinaron que estaba deshidratada. Entonces, los efectivos de la CANAF se comunicaron por teléfono con la titular del Juzgado de Familia, Lorena Báez, para consultarle cómo debían proceder con la anciana. La magistrada ordenó que la trasladaran a la casa de una hija que vive en calle 9 de Julio, a pocas cuadras de allí.
El otro lugar que requisaron fue una casa del barrio Jardín del Sur. Ahí no encontraron droga, pero sí dinero en efectivo que podría ser producto de la venta de los estupefacientes o, al menos, eso parecerían indicar las averiguaciones del fiscal federal. En ese domicilio aprehendieron a los García. También había una mujer y tres menores de edad, detalló un informe de la Justicia Federal.
De esa vivienda, los agentes secuestraron 491.220 de pesos, dos celulares, dos balanzas de precisión, que quienes comercializan droga utilizan las usan para pesar minuciosamente las diminutas dosis de sustancias, y un auto Citroën Berlingo.
“Hacen unos días quemamos unos cien kilos de marihuana, que vienen a ser una tercera parte de lo que tenemos secuestrado en el Juzgado, en casi seis años de trabajo. Ahora con esta causa casi sesenta y dos kilos. Es impresionante. Después de mucho esfuerzo y años de cierre de causas y archivos, logramos quemar cien kilos”, destacó el magistrado. Nacul considera que con esta considerable cantidad de marihuana hallada ahora pronto harán otra quema y también una segunda incineración de cocaína.
