El gobernador Claudio Poggi dio su primer mensaje ante la Legislatura. Habló del fin de la cultura del miedo, de desafíos urgentes contra la pobreza y el hambre infantil pero también de reformas institucionales y constitucionales para el San Luis del futuro.
Dos ejes conceptuales atravesaron el discurso del gobernador Claudio Poggi tras tomar posesión del mando ante la Asamblea Legislativa. El primero se enfocó en la expresión de cambio que mayoritariamente votaron los sanluiseños el pasado 11 de junio, lo que significó el triunfo de la convergencia electoral llamada Cambia San Luis, y que conlleva un “nunca más” rotundo a los “métodos y actitudes” de los gobernantes que degradan la calidad democrática.
El segundo eje higo girar lo que Poggi definió como el principal objetivo de su gobierno: “que los chicos crezcan y desarrollen sanos”. Explica este enfoque el “tejido social roto” de San Luis, con el 47,3% de la sociedad viviendo en la pobreza y con 7 de cada 10 chicos que no se alimentan como corresponde. Esas fueron las ideas más fuertes de un discurso de 13 carillas de extensión, que demoró una hora y tres minutos en leer, y en el que también hubo una especial mención para el presidente Javier Milei y la vicepresidenta, Victoria Villarruel quienes asumieron en el Congreso de la Nación y con quienes Poggi se comprometió a trabajar junto al pueblo de San Luis para “ayudar a transitar estos tiempos difíciles que nos toca vivir”.
Además recordó el 40° Aniversario de la recuperación de la democracia en Argentina, fecha coincidente con la asunción provincial y nacional. “No estamos dispuestos a resignarnos, sino todo lo contrario, estamos dispuestos a poner todo lo que sea necesario para revertir esta situación” y habló de la necesidad de recuperar la esperanza para sobreponerse al desánimo.
Fue entonces que Poggi comenzó a repetir una y otra vez la frase Nunca Más, símbolo de la democracia y los derechos humanos en Argentina, pero esta vez apuntadas a esos “métodos y actitudes” que han degradado la calidad democrática e institucional de San Luis.
Los relámpagos del Nunca Más.
Sonaron como relámpagos: nunca más al miedo de los empleados públicos y los trabajadores de los planes sociales, nunca más al miedo a perder el trabajo, nunca más el miedo a darle me gusta a una publicación en las redes sociales.
Nunca más usar electoralmente las necesidades de los más desprotegidos, nunca más funcionarios obligando a los trabajadores a asistir a los actos públicos, nunca más al apriete de los funcionarios, nunca más a la extorsión económica, nunca más a la pauta publicitaria como una mordaza con un mensaje a los periodistas: “son libres”, dijo Poggi.
Y volvió a embestir contra la intromisión de la política electoral en las instituciones de San Luis, como las comisarías, las escuelas y la salud. Nunca más a las políticas electorales en las comisarías, nunca más en las escuelas, nunca más en la salud pública. “Es inmoral” señaló. Nunca más en la administración pública y en lo que fue un llamado a recuperar la cultura del esfuerzo dijo “nunca más al acomodo sobre el mérito”, “no más acomodos, ni amiguismos, nunca más funcionarios disociados de la realidad, no hay más lugar para vaguitos, nunca más la impunidad, ni la corrupción, nunca más funcionarios ricos y pueblo pobre” dijo con la voz a punto de quebrarse por el volumen y el tono de exaltación.
Cambio de época
Lo que siguió fue una interesante convocatoria a reflexionar y debatir sobre “reformas institucionales y constitucionales” oportunas para este cambio de época que vive San Luis.
En esa línea explicó su decisión de reducir en un 40% la planta de funcionarios provinciales, ahorro que por sí sólo equivale al financiamiento para la construcción de 300 nuevas viviendas por año. Invitó a los legisladores a analizar la posibilidad de reformar el sistema bicameral que rige en la provincia de San Luis (42 diputados y 9 senadores) para pasar a tener, como en la mayoría de las provincias argentinas, un sistema unicameral que equivale a eficiencia y reducción de recursos, garantizando la representación democrática de cada distrito o departamento.
También entres las reformas constitucionales planteó la posibilidad de limitar a sólo ocho años los mandatos del Gobernador, intendentes y legisladores; y revisar los aspectos relacionados con la consaguineidad de los gobernantes para evitar que alguien le traspase el poder a su cónyuge, hijos o familiares directos.
En este terreno Poggi invitó a discutir si verdad sirve el actual sistema electoral que lleva a los sanluiseños a votar cada dos años -cargos legislativos y ejecutivos alternadamente-, y si no sería mejor una única votación cada cuatro año en la que se renueve la totalidad de los cargos; y que además esa elección se realice con Boleta única papel o electrónica, para evitar las boletas sábanas. También cuestionó el sistema de lemas utilizado en junio pasado, siempre reñido con las mejores prácticas democráticas, en tanto pueda resultar ganador un candidato que no sea el más votado.
Primeros los chicos.
El segundo eje de su discurso planteó una serie de acciones que involucran a distintas áreas y que están apuntadas a combatir el mayor flagelo de San Luis: la pobreza.
Poggi dijo que el tejido social de San Luis está roto y se apoyó en datos concretos: el 47,3% de los sanluiseños viven en la pobreza, y 7 de cada 10 chicos no comen adecuadamente. Esos chicos, dijo “cenan precariamente, y al otro día se duermen en la escuela, hasta que toman una copa de leche y despiertan”. Por eso adelantó que se pondrá el foco en la primera infancia, la niñez, la adolescencia y la familia.
Además del hambre, otra estadística -en este caso escolar- asoma su horrible cabeza: el 50 por ciento de los chicos no comprenden lo que leen. Por eso, al entrecruzar la Educación y las distintas etapas del crecimiento dijo que se trabajará específicamente sobre los primeros mil días de vida, lo que involucra la creación de jardines maternales para cuidar a chicos desde los 45 día a los tres años; habló de fortalecer el nivel inicial con la creación de esas salas, definió a la educación como “la herramienta más poderosa para cambiar la vida”, demandó orden en el sistema educativo y se comprometió a visitar “una escuela por día”.
En materia de Salud habló de la importancia de recuperar la atención primaria como primer punto de resolución de numerosas consultas médicas y de que el Hospital Carrillo, cuya obra de infraestructura elogió, sea un hospital de Atención Pública y no Privado. Fue ese otro de los puntos más celebrados en todos los rincones de la Legislatura que lució colmada.
Al referirse a la situación de Seguridad llamó a “recuperar la calle” para los ciudadanos de bien, porque dijo: “Los delincuentes ganaron la calle”. Y hubo, aunque sin nombrarla, una mención a Guadalupe Belén Lucero, la nena de 5 años que lleva dos años y medio de desaparecida.
“Vamos a recuperar la tranquilidad de la calle, para que nuestros chicos puedan ir y volver caminando a la escuela o al club o a la plaza o a una reunión de amigos. La calle será para los que trabajan, para los que estudian, para los que deciden vivir en paz. La calle es nuestro lugar de encuentro como sociedad. Nunca más la calle en manos de los delincuentes y vendedores de drogas. Vamos a recuperar la tranquilidad que caracterizó a San Luis” prometió Poggi.
“Familia y casa van juntos”.
“Vuelve el acceso a la vivienda. Realizaremos en los próximos meses un gran Censo Habitacional para saber dónde estamos parados, y definiremos diferentes líneas de acción para facilitar el acceso a la vivienda digna” aseguró Poggi para sacar otra de las ovaciones del mediodía.
La entrega de viviendas fue una política que caracterizó a las gestiones de gobierno provincial desde 1983, pero el anterior gobierno desconsideró e interrumpió y es ahora motor de expectativa.
Poggi dijo que las áreas de Deportes y Cultura se trabajará para sacar a los chicos de la calle y prometió énfasis en políticas contra las adicciones. Dijo que ese es un problema “que se esconde bajo la alfombra” y adelantó la creación de un Concejo Provincial de Prevención y Asistencia a las adicciones” y del que invitó a formar parte a todas las instituciones que lo deseen.
Una de las novedades de su nueva gestión gubernamental es la creación de la Secretaría de Estado de Personas con Discapacidades, la primera de todo el país y que apuntará a garantizarles a las personas con discapacidades el ejercicio pleno de todos los derechos.
También adelantó que el próximo sábado 16 de diciembre a las 10 se pondrá en marcha el Concejo Productivo Provincial para que el Estado y el sector privado, juntos, puedan “generar puestos de trabajo genuinos, sostenibles en el tiempo y bien remunerados”.
Una hoja en blanco.
Una hoja en blanco, eso fue lo que mostró Poggi a los legisladores para graficar en forma contundente la información que dejaron desde el mandato que terminó.
No obstante adelantó, a partir de declaraciones del ex ministro de Hacienda- que la provincia vive “una tragedia financiera”, con un déficit para diciembre de alrededor de 37 mil millones de pesos, pero se negó a dar más detalles hasta poder conocer en profundidad cuál es el estado de situación real a partir de la información que los propios trabajadores de distintas oficinas vayan brindando en los próximos días.
“Lo que si puedo decirles, y se los garantizo es que, cualquiera sea la magnitud de la crisis financiera, nada ni nadie me va a detener en materializar el cambio que los sanluiseños eligieron para su futuro” aseguró Poggi.
El retorno a la utilización de los atributos de mando -banda y bastón- fue explicado por el flamante gobernador en el respeto a las tradiciones institucionales de San Luis. “No considero el uso de la banda y del bastón un privilegio. Privilegio es que el Estado pague un avión privado para cada vuelo del Gobernador, privilegio es que el Gobernador disponga de millones de pesos para gastos reservados que no requieren rendición. Nunca más estos inmorales privilegios en cabeza del Gobernador de San Luis cuando 7 de cada 10 chicos viven bajo la línea de la pobreza”, dijo.
El cierre llegó con los agradecimientos para “los 11” que conformaron su primer equipo de colaboradores y que lo acompañaron en estos ochos años, desde que dejó su gestión como gobernador hasta el regreso de hoy; también para sus familiares; para el pueblo de San Luis -a quien le prometió trabajar todos los días para que sea un poco más feliz-, e invocó para que las figuras del Cristo de la Quebrada y Renca iluminen a San Luis.