Como un castillo de naipes: las viviendas del barrio Unión y los destrozos que lloran sus vecinos

¿La intensidad de la tormenta?, ¿la precariedad de las construcciones?, ¿la calidad de los materiales?, ¿todo eso junto?, tal vez.
Esas son las preguntas sin respuestas que pintan el desolador paisaje del barrio Unión de Villa Mercedes, cuyas casas a menos de un año de ser entregadas quedaron expuestas en su fragilidad y dañadas por un fuerte viento que azotó esa ciudad otra vez este año.
Y no son los únicos interrogantes sin respuestas. ¿Quién se hace cargo ahora?. Silencio oficial.
El paso de la tormenta que este fin de semana rozó Villa Mercedes convirtió en castillos de naipes a las viviendas que hace menos de un año entregaron el presidente Alberto Fernández y el gobernador saliente, Alberto Rodríguez Saá.
Un recorrido por la barriada alcanza para dimensionar el daño producido. Allí en el piso están las estructuras de hierro sobre las que estaban instalados los tanques de agua y termotanques; también hay decenas de chapas y otros materiales arrancados de cuajo.
Esas familias se quedaron sin agua. Pero algo peor aún, siguen sufriendo por las fallas estructurales de esas viviendas desde hace 11 meses.
“Todo está mal hecho, y lo más feo es que lo estamos pagando. Y de luz gastamos mensualmente entre $21 mil y $28 mil, porque todo es eléctrico”, comentó Franco mientras removía entre los escombros de su casa que quedaron desparramados por el patio.
“Fue muy feo” reconoce. Ni bien escucharon los bramidos de la tormenta en el cielo con su esposa se refugiaron en el baño, cuenta.
Otro caso. En la esquina de la manzana 6994 está en plena edificación el “nuevo centro de desarrollo infantil La Ribera 2”.
Desde allí voló uno de los chapones del techo que dio en el tanque de la casa de Carolina y lo derribó junto a la antena de DirecTV. “Tengo una nena, y por suerte no estábamos», reconoció. También se cayó una parte de la pared que divide el terreno con su vecina.
Lamentablemente los pedazos de nylon empezaron a multiplicarse en la geografía barrial. Los vecinos los usan para tapar los huecos y protegerse de nuevas lluevias.

En la casa 5 de la manzana 6975 el tanque rompió el techo y cayó en el baño. “Por suerte no había nada, porque de lo contrario lo mata”, dijo el vecino dueño de la casa.

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