Tomar abundantes líquidos y permanecer en ambientes refrigerados ayudaran a sobrellevar la sensación de agobio y cansancio.
Ala hora de salir y exponerse al sol o a las altas temperaturas siempre es recomendable tomar medidas de prevención para evita el golpe de calor.
Las recomendaciones generales que señalan los médicos pasan por aumentar el consumo de líquidos con el objetivo de mantener una adecuada hidratación del cuerpo.
Lo recomendable es directamente evitar exponerse al sol de manera directa y evitar salir en las horas de temperaturas pico o críticas. Comer verduras y frutas, reducir la actividad física o actividades deportivas exigentes. Vestir ropa cómoda, ligera y de colores claros. Y lo ideal es y tratar de permanecer en espacios o habitaciones refrigeradas. Los especialistas sugieren siempre estar atentos a la aparición de síntomas que puedan anticipar un agotamiento o golpe de calor como la sudoración excesiva, fiebre, piel roja caliente y seca (se agota la transpiración), respiración y frecuencia cardíaca acelerada o dolor palpitante de cabeza.
En los bebés, puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina).
En caso de que estos síntomas aparezcan se puede estar en presencia de un golpe de calor. A los lactantes hay que darle el pecho con más frecuencia. Y en todos los casos, es necesario trasladarse a espacios frescos, ventilados y si es con aire acondicionado, mejor. Una ducha fresca también ayudará, además de mantener reposo y una buena hidratación ingiriendo líquidos frescos en mayor cantidad que lo habitual.
Ante el golpe de calor, los médicos no recomiendan administrar medicamentos antifebriles ni friccionar la piel con alcohol (porque causa intoxicación).