Más de 200 personas, entre trabajadores municipales y del Gobierno Provincial se abocan a las tareas para reparar los daños provocados por la tormenta y dar ayuda a familias afectadas.
La tormenta que azotó a la Villa de Merlo y la región el pasado fin de semana ocasionó gravísimos daños. Más de 200 personas, entre personal de la Municipalidad y del Gobierno de la Provincia trabajan para dar asistencia a familias damnificadas, en la limpieza de la localidad y en el reacondicionamiento de cruces de arroyos y calles que quedaron completamente destruidas.
De acuerdo a los datos aportados por el Municipio, la Secretaría de Desarrollo Humano local asistió hasta este martes por la mañana a unos 45 grupos familiares afectados.
La intensa pedrada rompió las chapas, tejas y machimbres de los techos, vidrios de puertas y ventanas. El aguacero se encargó del resto. Por los orificios se filtró la lluvia que no cesó por horas e inundó el interior de los hogares. Muebles, electrodomésticos, ropa, recuerdos, se perdieron por efecto del agua.
«A diferencia del temporal de 2023, en esta ocasión se ha recibido apoyo del gobierno provincial. Todos los funcionarios de la gestión se pusieron rápidamente a disposición, incluso el gobernador, Claudio Poggi estuvo atento a las primeras horas del temporal en la Villa de Merlo. Esta situación ha mostrado la importancia de la colaboración y trabajo mancomunado entre el Municipio y Provincia para afrontar emergencias de manera efectiva», resaltaron desde el Ejecutivo merlino en un comunicado de prensa.
En la vía pública, las acciones se centran en despejar caminos para normalizar la transitabilidad. Los trabajos se centran en la reparación de aquellas calles donde los vecinos quedaron atrapados sin posibilidad de salir. “La labor de todas las áreas continuará hasta que se realice el reordenamiento de la ciudad en todas las zonas afectadas”, indicó el Municipio.
En cuanto a los servicios, entre el lunes y martes se normalizó el suministro de luz y agua en la mayor parte de los barrios merlinos. El 272 Viviendas y zonas de Piedra Blanca, permanecieron casi 40 horas sin luz, lo que ocasionó que perdieran todos los alimentos que tenían en los refrigeradores.