El manager de reconocidas modelos había sufrido un ACV por lo que estaba internado en estado reservado con una insuficiencia respiratoria y renal e hipotensión arterial.
Alos 68 años murió Ricardo Piñeiro, el prestigioso ex representante de modelos que había sufrido un ACV y por el que se encontraba internado en estado reservado con una insuficiencia respiratoria y renal e hipotensión arterial. Estaba alejado del mundo del modelaje y en los últimos tiempos se estaba dedicando a la fotografía. La triste noticia la dio a conocer ayer al mediodía la modelo y amiga Fernanda Villaverde. El empresario permaneció dos días internado en el Sanatorio Otamendi.
Lo ocurrido a Piñeiro trascendió el lunes por la mañana cuando fuentes policiales informaron que un amigo suyo llamó al 911 y advirtió que él no le contestaba los llamados a su puerta. De esta manera, personal de la Comisaría Vecinal 2 A de la Policía de la Ciudad se trasladó hasta Las Heras al 1600 y tras franquear el acceso al departamento encontraron al empresario con bajos signos vitales.
Allí se solicitó la asistencia del SAME y Piñeiro fue trasladado hasta el hospital Fernández para luego ser derivado al Sanatorio Otamendi.
Desde un comienzo los médicos informaron que su estado era delicado por lo que estaba internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.
Una de las modelos más conocidas del país, Paula Chaves, habló sobre su amigo: “La verdad que no tengo mucho para decir. Lo quería mucho a Ricardo, fue una persona muy importante en mi vida”.
“Puedo decir que fue mi ‘descubridor’ de alguna forma, no nos hablábamos todos los días pero siempre teníamos algún encuentro. Así que esta situación es bastante triste”, recordó.
Su caída y sus días alejado de la frivolidad
A pesar del éxito que consiguió con varias de ellas, tuvo un problema económico en el año 2011 que lo hizo que, de alguna manera, tenga que volver a empezar: “En un momento tuve una gran depresión, no sé si llamarlo una estafa, pero tuve muchos problemas y se tuvo que cerrar la empresa. Yo no soy millonario, nunca lo fui aunque la gente lo creía. Vivo en un departamento lindo pero me rompí el alma durante 40 años”.
Reconoció su adicción al alcohol y decidió enfrentarla yendo a Alcohólicos Anónimos. Además, se refugió en la religión y se ofreció como voluntario en la iglesia de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón. “Estoy comprometido con la causa. Tratamos de rescatar a la gente que está en situación de calle y la intención es que esa gente se inserte de nuevo en la sociedad y pueda tener un trabajo digno. Les servimos un plato de comida a cada uno, un postre, agua, se reza y se agradece que estamos comiendo. Estas son las cosas que me gratifican”, había manifestado en una entrevista con Socios del Espectáculo, alejado del mundo de las modelos y la frivolidad. También pasó sus últimos años dedicándose a la fotografía, una pasión que descubrió de grande y que explotó al punto que llegó a hacer exhibiciones, reconocidas y elogiadas por fotógrafos de la talla de Gabriel Rocca.
Su increíble amor por los perros tal vez explica el hecho de que dos días después de su ACV su perra Helena sufriera lo mismo que él.