El Banco Central bajó la tasa de interés de los depósitos tradicionales y lo volverá a hacer. La de los UVA está atada al valor del costo de vida, que los expertos aseguran se mantendrá alto.
Es casi un hecho que en breve el Banco Central va a bajar otra vez la tasa de interés para los depósitos a plazo fijo, como lo hizo el lunes pasado, cuando los llevó de 133% anual a 110% anual. De modo que en los próximos meses será más grande la brecha entre la inflación, creciente, y el beneficio que dará depositar dinero a plazo en el banco, al menos con el sistema tradicional. Por ello, la opción más ventajosa para los ahorristas, dicen los entendidos, es hacer depósitos a plazo fijo UVA.
Este sistema alternativo tiene una tasa de interés variable, de acuerdo con el índice de costo de vida, lo que representa una buena oportunidad para que los ahorros no se desvaloricen, en especial en un contexto de inflación galopante como el que vive Argentina.
Como el rendimiento depende de la inflación, puede resultar en retornos más bajos si el costo de vida disminuye. Pero esa perspectiva no asoma en el horizonte. La resolución del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de disminuir la tasa al 110% se dio casi en simultáneo con los pronósticos de los economistas de que la inflación de diciembre rondará el 30% y la anual sobrepasará el 220%.
A diferencia de los plazos fijos tradicionales, que tienen una tasa fija, determinada de antemano por el BCRA, la de los plazos fijos UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) se ajusta según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). “Los plazos fijos UVA son precancelables. Esta es la ventaja, que los podés cancelar, a partir del día treinta vos podés sacarlo cuando quieras, entonces en el caso que lo quieras sacar te toma la tasa de treinta días del plazo fijo tradicional”, explicó el gerente de la sucursal San Luis del banco Columbia, Pedro Canali. Confirmó que en estos tiempos muchos clientes optan por pasar los depósitos al sistema UVA, “porque esta unidad variable va de la mano de la inflación. Pero solamente lo están haciendo aquellos que pueden tener un mínimo de noventa días el dinero, digamos, estacionado. Porque generalmente los mínimos en estos certificados son de noventa días”. Para quienes no pueden darse el lujo de tener el dinero inmovilizado en el banco y necesitan echar mano a él en cualquier momento, la opción del UVA no es tan tentadora. Si bien se lo puede precancelar a partir día treinta del depósito, se pierde la tasa variable, que es más alta que la de los tradicionales.
Para Canali, es seguro que la tasa de estos últimos va a seguir disminuyendo. “Esa es la tendencia, más si vemos que han logrado controlar bien el dólar y no va a tener más de un dos por ciento mensual el dólar oficial”. De modo que ya no será tan rentable, tentador, depositar a plazo fijo si no es con UVA.
Menos ganancia para los bancos
A los bancos, en general, no les hace gracia que los clientes se pasen al sistema UVA, porque les generan baja rentabilidad y menor margen de ganancia, ya que deben pagar intereses más altos a los depositantes.
“Los bancos tratan de recibir los depósitos tradicionales por una cuestión de que hoy está todo tan volátil y están desarmándose las Leliqs”, comenta Canali. Las letras de liquidez (Leliq) son emitidas por el Banco Central como promesas de pago a los bancos, para gestionar la liquidez del sistema financiero.
“Antes estos depósitos en cierta forma iban calzados con las Leliqs, entonces tenían el spread de tasa que los bancos buscaban”, explicó el gerente bancario. Con “spread de tasa” se refiere a la diferencia entre la tasa activa y la tasa pasiva, es decir, la tasa a la que los bancos prestan dinero y a la que lo reciben. Si tienen que pagar intereses más altos por los depósitos a través del sistema UVA, se les achica el margen de ganancia.