La medida afectará las facturas de luz y gas de los próximos meses. Una conducta “ahorrativa” puede ayudar al bolsillo.
La quita de subsidios a la energía anunciada por el gobierno nacional repercutirá directamente en las facturas de luz y gas de los próximos meses. Y si bien no se tomará de un “plumazo” y el ministro de Economía Luis Caputo hablo de “subsidiar la demanda con la misma tarifa”, el volumen de los incrementos en las boletas dependerá del consumo.
La medida regirá a partir del 1 de enero. Y para los usuarios será clave el consumo que realicen para determinar lo abultado, o no, que será la factura, tanto en los primeros meses de verano donde ventiladores y aires acondicionados funcionan a pleno, como al promediar el año cuando llegan los fríos y hay que calefaccionar los hogares. Contar con la mayor cantidad de lámparas LED es clave. Gastan menos y duran mas. Es cierto que hay que hacer una inversión inicial, pero después se siente en la factura.
En cuanto a los electrodomésticos uno de los que más consume es el aire acondicionado. Acá la clave es archiconocida: regular la temperatura en 24 grados y reducir el tiempo encendido. No hay mucho mas por hacer. Pero si se respeta a rajatabla, se puede ahorrar entre un 20 y 25% del gasto que hace este equipo que,, en una hora de encendido continuo, consume algo más de 1000 W (ejemplo para un aire de 3500 frigorías) .
La heladera está omnipresente en la mayoría de los hogares. No es una buena idea apagarla para ahorrar. Pero si se abre lo menos posible (en esto tienen gran responsabilidad los chicos de la casa) y no se colocan alimentos calientes que obliguen al motor andar más de lo habitual, es una buena práctica que permitirá reducir el consumo. Televisores y consolas de videojuegos tienen que seguir la misma regla: estar encendidos solo cuando se usen. Nada de dormirse con el tele encendido o dejar al presentador de noticias como “compañía”. Lo mejor es apagar (incluso si tiene decodificador). Y mejor aún desenchufar. Entre ambos equipos pueden consumir mas del 10% de la energía de un hogar.
Algo similar sucede con la computadora. La recomendación es programar el modo de ahorro de energía para tiempo cortos (uno o dos minutos) y directamente apagar si no se va a usar.
El lavarropas necesita bastante energía para trabajar y puede representar alrededor de un 11% del consumo hogareño. Si encima se usa agua caliente, el puede aumentar un 80%. En la medida de lo posible, será mejor lavar con agua fría y utilizar programas cortos.
El microondas es un gran “chupador” de electricidad. Hay que evitar usarlo para descongelar alimentos y programar los consumos con tiempo, de modo de descongelar de forma natural. Un dato importante: gasta más mantener el reloj del visor que al usarlo para calentar. Entonces: desenchufar si no se usa.
Si no hay forma de evitar el uso de un horno eléctrico hay que tratar de no encenderlo antes de la cocción (es decir precalentar) y un vez finalizada su misión, apagarlo inmediatamente ya que consumen entre 800 y 1.200 W por hora, según el modelo.
Los termotanques eléctricos gastan de manera proporcional a la cantidad de agua utilizada. Entonces: duchar cortas y nada de dejar correr el agua sin uso cuando se lavan los platos.
En el caso de la plancha hay que tratar de juntar la mayor cantidad de ropa. Sí, tener una “parva” de ropa para planchar es mejor que estar encendiéndola todos los días ya que la plancha consume menos electricidad cuanto más tiempo seguido se usa.
¿Y el gas?
Aun en verano el calefón y la cocinas a gas se utilizan. La recomendación es evitar cocinar alimentos congelados que obliguen a prolongar la cocción y regular la temperatura para darse una ducha con agua “fresca” que nunca viene mal. En invierno alcanza con mantener los ambientes en 20 grados por lo que resulta innecesario andar en pleno julio con manga corta.
La suma de estos pequeños ahorros puede redundar en un todo considerable. Y lo otro importante es que la conducta “ahorrativa” debe derivar un cambio cultural, en una práctica permanente sobre cómo se usa la energía. Realizar estos ahorros de vez en cuando, no dará resultado.