Cuidacoches, trapitos, lavacoches su denominación es tan amplia como estrecho es su objetivo. Buscan dinero fácil y rápido. Por lo general brindan servicios que nadie pide, pero algunos “contratan” para evitar sorpresas al volver al lugar donde dejaron el vehículo estacionado.
Un hombre que estacionó su automóvil cerca de las calles Rivadavia y Pringles, en la capital puntana, se resistió al servicio y pagó las consecuencias. Este martes dos trapitos le rayaron el auto porque no quiso pagar una suma que le pedían por cuidarlo.
Cuando efectivos de la Unidad Operativa Patrullas de Infantes quisieron identificar a los “cuidadores”, los hombres de 23 y 33 años los insultaron. Además amenazaron a las personas que rondaban por el sector, de acuerdo a lo informado por Prensa del Ministerio de Seguridad.
Finalmente los protectores de lo ajeno fueron demorados y trasladados a la Comisaría Seccional 1°.