Un estudio advierte sobre el impacto negativo de TikTok en los jóvenes

El trabajo realizado por la filial argentina de Amnistía Internacional alerta sobre efectos sobre la salud mental y una política de privacidad que deja al desnudo datos de los usuarios.

Un informe de Amnistía Internacional sobre el uso de TikTok por parte de adolescentes y jóvenes argentinos advierte sobre el impacto negativo que la red social puede generar en la salud mental. Y además alerta que la política de privacidad de la plataforma “es poco respetuosa de los datos personales”. Para llegar a esas conclusiones la ONG elaboró un trabajo etnográfico al que denominó “Domar el algoritmo: desafíos para la salud mental y privacidad en el uso de TikTok Argentina”. El relevamiento fue realizado durante el primer semestre de este año en cinco ciudades argentinas y alcanzó a jóvenes de entre 13 y 25 años.

“Las características propias de TikTok, sumadas a la imposibilidad de acceder a datos de la plataforma, motivaron a Amnistía Internacional a realizar este estudio”, destaca el informe. Su directora adjunta, Paola García Rey, explicó que el objetivo del trabajo fue “entender qué hacían y consumían los jóvenes en esta plataforma, ya que la dinámica de su uso despierta alarmas por el impacto en sus vidas, su seguridad y su salud mental”. Además, aclaró que el trabajo no apunta a “demonizar” la plataforma sino a “generar herramientas para garantizar que sea un espacio seguro y cuidado”.

TikTok es una de las mayores redes sociales del mundo, con más de 1.000 millones de usuarios, muchos de ellos jóvenes de entre 13 y 17 años.

En la Argentina alcanzó a principios de este año los 16,2 millones de usuarios mayores de 18 años. Según advierte el informe, la plataforma puede resultar “un espacio tóxico y adictivo” para niños, niñas y jóvenes ya que puede influir en su autoimagen, su salud mental, su bienestar y corren el peligro de caer “en espirales de contenidos desencadenantes de depresión y autolesiones”. Los testimonios de usuarios consultados en la investigación hablan de la “dificultad para dejar de ver videos” y las sensaciones de pérdida del tiempo, de descontrol e incluso de abducción por parte de la red social.

Si bien TikTok se vende como una plataforma de entretenimiento y creatividad, es cada vez más una fuente de información y noticias, especialmente para los jóvenes que “la suelen considerar el nuevo Google’”.

En ese contexto, emerge como “una práctica frecuente” el autodiagnóstico, que abarca dietas, cuidados de la piel, aprendizaje de técnicas de maquillaje y consejos sobre trastornos o enfermedades mentales; es decir “un abanico de soluciones a la carta que parecen rápidas y sin espera” pero “carentes de curaduría profesional o científica”.

Al igual que en otras redes TikTok también trasmite un ideal de belleza que es reforzado por el diseño de la propia plataforma con filtros que llevan a estereotipos problemáticos, ya que muchas veces inducen a conductas alimenticias dañinas para la salud.

Uno de los hallazgos del trabajo de campo fue la distinción que hacen casi todos los usuarios de TikTok entre el llamado “lado malo”, “lado feo” o “lado peligroso” como antítesis de lo que denominan “lado bueno”. En ocasiones los contenidos del “lado malo” son aludidos como “tóxicos”. Dedican tiempo y esfuerzo para no caer en ese “lado malo”. Saber salir del “lado malo” o encontrar las estrategias y tácticas que permitan hacerlo es visto como una obligación, más que una opción. Y para hacerlo hay que “domesticar” al algoritmo: esto implica entrenarlo a través de los “me gusta” y también de la elección “no me interesa” o “seguir scrolleando porque si no le das bola, después de un tiempo no te aparecen más”, explican los usuarios.

Privacidad al desnudo

El trabajo asegura que la política de privacidad de TikTok “es poco respetuosa de los datos personales y de la información generada por usuarios”. Describe que su modelo de negocio se basa en la recopilación masiva de datos personales, pero además hay otro ingrediente polémico: “TikTok reconoce el resto de las aplicaciones instaladas y accede a datos del sistema operativo Android e iOS; puede leer mensajes de correo electrónico y de aplicaciones”.

El estudio advierte sobre un modelo de negocio “altamente extractivo” que absorbe información de cada usuario, incluso sin permiso, y pone en riesgo la privacidad. Según los propios usuarios, el algoritmo de TikTok es percibido como una entidad “con vida propia” que predice los gustos, preferencias y hasta los pensamientos. Lo que hay detrás de eso es una “recopilación masiva de datos personales sobre el comportamiento de cada uno”, que no puede desactivarse.

El informe concluye que ante este escenario “se necesitan leyes y regulaciones más sólidas para proteger a los niños de la recopilación y explotación de sus datos personales con fines de lucro”. Y destaca la necesidad de que los gobiernos, “especialmente el argentino”, avancen con medidas efectivas para “prevenir, sancionar y proporcionar reparación por abusos” a través de legislaciones como en las que ya avanzaron países de Europa, Estados Unidos y Asia.

Una investigación extensa y pormenorizada

El trabajo se desarrolló entre febrero y junio (inclusive) de 2023 simultáneamente en cinco ciudades argentinas: CABA, la ciudad de San Martín en el Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Salta. Un equipo de siete investigadores realizó trabajos de campo a partir de técnicas de observación participante y entrevistas no directivas con jóvenes divididos en dos grupos: 13-17 y 18-25 años de edad, de distintos perfiles e intereses. Para la publicación del informe final, todos los nombres fueron cambiados para resguardar las identidades, aunque sus características socioculturales fueron respetadas.

El estudio pormenorizado quedó plasmado en un documento de 84 páginas que se puede descargar de manera gratuita en la web de la ONG: https://amnistia.org.ar

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