Para un dúo de ladrones no existió feriado ni fin de semana largo que valiera. El Día del Trabajador robaron a mano armada un kiosco de Villa Mercedes. Dos días después hicieron lo mismo, pero en una panadería. En medio de ese raid la Policía los interceptó en la calle, a mitad de una gresca. Allí lograron detener a uno y al otro lo ubicaron recientemente tras un par de allanamientos.
El primer asalto fue la tarde del jueves. De acuerdo a lo informado por Relaciones Policiales, dos ladrones ingresaron al negocio de avenida 25 de Mayo y Manuel Lainez y no anduvieron con rodeos. Uno de ellos sacó un arma de fuego y le apuntó a la empleada para que no intentara nada mientras ellos sustraían todo el dinero que había en la caja registradora y varios paquetes de cigarrillos. Luego se dieron a la fuga en una moto.
Eso no fue todo. Según las averiguaciones, los mismos delincuentes atacaron una panadería la noche del sábado. Esa vez solo uno de ellos entró al comercio de Chacabuco al 200 y el otro quedó a bordo de la motocicleta y «haciendo de campana».
El ladrón que ingresó al negocio fue rápido. Intimidó a la empledada de la panadería con un arma de fuego, pero no consiguió llevarse dinero, solo un teléfono. Con el celular en mano, se dio por hecho y escapó junto a su cómplice.
Un llamado al 911 alertando sobre el asalto en la panadería motorizó una serie de recorridos de parte de los patrulleros del Comando Radioeléctrico. Con las características físicas de los malvivientes como referencia, los ubicaron en la esquina de Teniente Turrado y Huergo. Ambos protagonizaban una riña.
Uno de ellos, de 34 años, fue arrestado al instante. El otro consiguió huir. Pero la libertad le duró poco. Tras algunas averiguaciones, la Policía estableció su identidad y logró localizarlo luego de allanar una vivienda del barrio Jacinto Parda y otra del Pablo Díaz. El sospechoso tiene 32 años.
