Golpeó a trompadas y patadas a su pareja, quiso apuñalarla y hasta peleó con un vecino que la ayudó

Lucas Iván Martínez, de 25 años, cuando fue detenido por los policías del Comando Radioeléctrico.

Si no fuera porque un vecino y la Policía de Villa Mercedes socorrieron a la víctima justo a tiempo, probablemente Lucas Iván Martínez hubiera logrado su cometido que era, como mínimo, apuñalar a su pareja. Golpeó a trompadas y patadas a la joven, luego intentó apuñalarla en las piernas, pero no lo consiguió porque ella logró hacer a un lado el cuchillo. Volvió, entonces, a pegarle piñas. Desesperada, ella pudo trepar una pared e ir hasta lo de un vecino. El agresor la siguió de atrás y empezó a forcejear con el dueño de la otra casa cuando vio que su novia se había refugiado ahí.

Alertados por un llamado al 911, los efectivos del Comando Radioeléctrico arribaron al domicilio de Madre Cabrini al 500 y arrestaron a Martínez, de 25 años. Al día siguiente, fue llevado a los tribunales, donde la Fiscalía lo imputó por el delito de «Lesiones agravadas por el vínculo y por mediar contexto de violencia de género» en dos hechos, en perjuicio de su pareja.

Nayla Muñoz, la fiscal de Instrucción Penal con Intervención en Contexto de Género, Diversidad Sexual, Infancias y Adultos Mayores 1, repasó que todo sucedió durante la mañana, a partir de las 6. La damnificada de 20 años estaba en lo del acusado desde la noche anterior.

Narró que, aparte de pegarle trompadas y patadas en todo el cuerpo, en un momento, el joven se dirigió a la cocina por un cuchillo y, cuando lo halló, fue a la habitación e intentó clavar el arma en las piernas de su pareja. Pero ella «logró agarrar el cuchillo con la mano derecha, romperlo y tirarlo debajo de la cama». Al hacer eso se cortó en su dedo índice.

Eso no frenó al imputado. Le pegó otra vez a su novia, pero ella pudo empujarlo  y consiguió salir del dormitorio, para dirigirse al patio. «Allí, comenzó una persecución alrededor de una mesa grande material, en la cual Martínez le arrojó varios objetos, entre ellos una jaula y un cajón de envases de gaseosa», relató la fiscal.

La víctima trató de pedirle ayuda a la madre de su pareja, quien vive en el departamente de al lado. Pero esa otra mujer no se encontraba en su domicilio.

Finalmente la denunciante pudo trepar un muro medianero y refugiarse en la casa de un vecino. Una vez allí, pudieron llamar al 911. «Martínez intentó ingresar a la casa de ese otro hombre, para buscar a su pareja, y se produjo un forcejeo con el propietario de la vivienda, hasta que finalmente fue aprehendido por personal policial», repasó.

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