Récord de animales durante el segundo concurso de terneros Hereford y Angus en San Luis

Inusual encierre de casi dos mil cabezas. Premiaron a los mejores lotes de machos, hembras y vaquillonas. La calidad de la oferta fue reconocida por los compradores, que pagaron máximos de hasta $4.320 el kilo vivo por los ejemplaras más jóvenes.

La ganadería argentina atraviesa un presente excepcional. Los precios sostenidos en todos los eslabones de la cadena productiva, sumados a una relación favorable con los costos de los insumos, han revitalizado el ánimo del sector como no se veía en años. Esta renovada dinámica quedó reflejada con fuerza el pasado jueves durante el segundo Remate Especial de Terneros, Terneras y Vaquillonas, organizado por la consignataria Ganadera del Sur en su predio de San Luis, donde se vivió una verdadera fiesta ganadera.

El remate, que congregó a productores de toda la región cuyana, fue auspiciado por las Asociaciones de Criadores de Angus y Hereford, y destacó no solo por los valores alcanzados en la pista, sino también por la calidad genética de la hacienda presentada. Con una convocatoria de 1.970 cabezas, el encuentro incluyó instancias de jura y premiación, a cargo de un jurado de lujo: Alberto Belgrano Rawson por la raza Angus, y Félix Novillo por Hereford.

José Talano, reconocido martillero, fue el encargado de dirigir una subasta vibrante que alcanzó máximos de $4.320 para los terneros machos y $4.050 para las hembras, reflejando el vigor del mercado.

También se vendieron vacas preñadas, con un promedio de $1.300.000, y vacas para entorar que rondaron los $1.050.000. Valores que, según los organizadores, estuvieron por encima de las expectativas y reflejan la confianza en el futuro de la ganadería.

El primero y segundo premio para los lotes de terneros Angus fueron para Hugo Funes y Eduardo López; para las terneras, Eduardo López y Buena Agricultura SA, y para las vaquillonas, Horacio Pereira y Juan Risma. En Hereford, los lotes de terneros premiados en primero y segundo puesto fueron los de EAG SA y CYG SRL; en terneras, EAG SA y Roberto Vergés, y en vaquillonas, CYG SRL y Sergio Quiroga Celis.

Lucas Abdala, directivo de Ganadera del Sur, destacó el éxito de la convocatoria: “Tuvimos 49 remitentes, lo que nos llena de orgullo. Fue un remate especial, sin vacas ni toros, solo terneros y terneras, y aun así logramos reunir casi dos mil cabezas de excelente calidad. Llegó hacienda de San Rafael, La Paz, Villa Mercedes, el norte y sur de San Luis, y distintas zonas de la sierra. Esto demuestra que es un evento realmente regional, tanto en remitentes como en compradores”.

Abdala también subrayó la importancia de mostrar la genética del oeste argentino en plena época de zafra, y valoró el respaldo de las asociaciones ganaderas: “Nos acompañaron muy bien. Creo que quedamos a la altura y se pudo ver la linda genética que hay en esta parte del país”.

Belgrano Rawson, referente agropecuario designado como jurado por la Asociación Angus, remarcó el crecimiento cualitativo que vive la provincia: “San Luis mejora año a año. Antes dominaba el Hereford, pero el Angus ha ganado mucho espacio y eso se ve en los lotes: la calidad es cada vez mejor, con animales bien terminados, con tipificación carnicera destacada”.

El profesional también se mostró sorprendido por la masiva participación: “Venimos de otra feria del ternero organizada por la rural y nuevamente se repite el éxito. Hay calidad, cantidad y motivación. Nunca habíamos tenido un precio de 3 dólares por kilo vivo, y eso estimula a todo el sector”.

Por su parte, Novillo, de la cabaña Hereford La Redomona, también se mostró emocionado por su rol como jurado: “Es una alegría. Ser jurado no es fácil, hay decisiones que dejan contentos a unos y con un trago amargo a otros. Pero hay que tomarlo como una fiesta, una celebración de la ganadería”.

El juez hizo hincapié en el carácter social y humano del evento: “La ganadería tiene algo distinto: nos damos el tiempo para compartir un mate, un asado, una charla. Eso es lo que sostiene al campo argentino: la comunidad, la amistad. Y ojalá eso nunca se pierda”.

El cabañero también se refirió a la coyuntura económica con una mezcla de esperanza y realismo: “Creí que no iba a ver nunca a la Argentina como quería. Hoy no vemos el horizonte, pero sí un camino largo. Estamos aprendiendo que para subsistir hay que producir. Basta de la bicicleta financiera, hay que agarrar las cosas con ganas. El que trabaja, el que se esfuerza, va a encontrar un país que lo acompaña”.

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