La mañana de este miércoles muchos villamercedinos fueron tomados por sorpresa, al navegar en sus redes sociales, por el video de Hernán Palma, un ex bombero voluntario de «El Fortín». El joven denunció públicamente que fue víctima de constantes episodios de homofobia de parte de dos bomberos del cuartel, en particular, no de la institución. Los identificó con nombres, apellidos y cargos. Aseguró que asentó la respectiva denuncia y que la «Justicia ya está tomando medidas».
Otra fuente confirmó que Palma efectivamente se presentó en la Unidad de Abordaje Fiscal y denunció a esos dos bomberos. Asimismo, Todo un país se comunicó con el fiscal instructor de Villa Mercedes, Maximiliano Bazla Cassina, quien es, además, coordinador del resto de los fiscales. Y el funcionario dijo que, hasta el momento, «no tiene información» sobre tal denuncia.
Lo que no quiere decir que no fue hecha, sino que tal vez aún no fue redirigida a la fiscalía correspondiente, que debería ser, en este caso, la Fiscalía de Instrucción Penal con intervención en Contexto de Género, Diversidad Sexual, Infancias y Adultos Mayores, a cargo de Nayla Cabrera Muñoz.
Este medio también habló con una de las personas sindicadas por Palma. El rescatista confirmó que está al tanto del video que se viralizó, pero legalmente él no ha sido notificado de nada. Por eso no tiene nada qué decir. «Cada uno tendrá que hacerse cargo de lo que dice», expresó.
Palma realizó el video en una plazoleta. Contó que ingresó a «El Fortín» en el 2017 porque quería «ser bombero, ayudar, aprender y formar parte del cuartel». Pero tres años después sufrió «situaciones muy drásticas» y «pasó por muchas cosas» que lo hundieron en una depresión, de la que le costó salir, afirmó.
El año pasado, según él, fue peor. «Estas dos personas contribuyeron a destruir mis sueños dentro del cuartel», señaló. Aseveró que sufrió de parte de esos dos bomberos «humillaciones, discriminación, maltrato verbal, abuso de poder y daño psicológico». Dijo que uno de ellos le enviaba mensajes y hacía comentarios sexualizados frente a él, lo que generaba «un ambiente hostil y de acoso».
Por todo eso que tuvo que soportar, el martes 5 se vio obligado a presentar su renuncia, relató. Y recalcó nuevamente que el problema que sufrió no fue con la institución en sí, sino con esas dos personas puntuales.
