Un cambio histórico que podría reducir drásticamente los costos del riego agrícola

Con más de 25 mil hectáreas bajo riego mecanizado en el norte provincial, la nueva reglamentación sobre generación distribuida promete un antes y un después para el sector agropecuario. Los productores podrán generar su propia energía y reducir gastos millonarios en electricidad.

La inminente reglamentación provincial que permitirá el autoconsumo eléctrico y la generación distribuida no solo marca un hito en materia de sustentabilidad energética. También representa una revolución económica para uno de los sectores productivos más intensivos en el uso de electricidad: el agro bajo riego.

Según datos privados, en el norte de San Luis hay más de 25 mil hectáreas bajo riego por pivot, que en promedio aplican unos 350 milímetros de agua por cultivo y por campaña, con un costo aproximado de un dólar por milímetro por hectárea. Un gasto que, en grandes extensiones, puede ascender a cifras millonarias.

Con la posibilidad de autogenerar energía mediante paneles solares fotovoltaicos y utilizarla directamente en los sistemas de bombeo, las empresas agropecuarias podrán ahorrar hasta un 70% en sus costos eléctricos, dependiendo del nivel de inversión inicial y del consumo promedio.

Laura Giumelli, directora de la Comisión Evaluadora de la Energía Eléctrica de San Luis, confirmó que la provincia ya finaliza la reglamentación que permitirá a usuarios particulares, comerciales y agroindustriales generar su propia energía y vender sus excedentes al sistema provincial.

“Estamos terminando la resolución de cómo va a funcionar la generación distribuida. Esto permitirá que los usuarios instalen sus paneles solares, consuman su propia energía y, cuando produzcan más de lo que usan, inyecten el excedente a la red pública, que les reconocerá el precio mayorista”, explicó la funcionaria.

Giumelli destacó además que el esquema de producción fotovoltaica coincide con los momentos de mayor demanda energética del riego en la zona norte. “En Quines, por ejemplo, la generación solar ocurre al mismo tiempo que se necesita más energía para las bombas de riego. Es un complemento perfecto”, señaló.

San Luis alcanza hoy un pico de demanda de 360 megavatios, mientras que la potencia instalada de origen renovable, entre parques eólicos y solares, ya supera los 280 megavatios, lo que equivale a casi un tercio de la energía consumida en la provincia.

“Es un avance enorme. Nos da independencia, reduce las pérdidas del sistema y fortalece la red local. Pero, además, impulsa inversiones privadas que transforman la manera en que producimos”, subrayó Giumelli.

Requisitos técnicos y seguridad operativa

La reglamentación, que estará vigente en los próximos días, establecerá protocolos de seguridad, habilitación técnica y control de calidad. Los sistemas deberán ser instalados por profesionales matriculados, y las distribuidoras tendrán la obligación de colocar medidores bidireccionales que registren tanto el consumo como la inyección de energía.

“No cualquiera podrá instalar su propio sistema sin control. Hay que garantizar que la instalación sea segura, tanto para el usuario como para los operarios que trabajan en la red. Es una tecnología que requiere precisión y responsabilidad”, remarcó Giumelli.

Los productores del norte puntano, especialmente de Quines, Candelaria, Luján y San Francisco del Monte de Oro, enfrentan desde hace años costos eléctricos que impactan directamente en la rentabilidad de los cultivos bajo riego, como maíz, soja, trigo, alfalfa y hortalizas.

La posibilidad de generar energía en el mismo predio cambiará radicalmente ese panorama. “Los regantes son grandes consumidores de energía, pero por períodos relativamente cortos. Tener su propia generación les permitirá no depender del costo horario del sistema eléctrico y aprovechar la radiación solar justo cuando más la necesitan”, indicó la funcionaria.

Además, algunos establecimientos del norte ya cuentan con sus propias unidades solares y venden excedentes al sistema nacional durante los períodos en que no riegan. “Es un modelo que funciona muy bien y que ahora podrá replicarse a gran escala con respaldo legal provincial”, añadió Giumelli.

El costo de los equipos solares ha disminuido de manera sostenida en los últimos años. “China produce una cantidad monumental de paneles por hora, lo que ha bajado los precios en todo el mundo. Además, provincias como Córdoba y Mendoza ya tienen experiencia, lo que ayudó a reducir los costos de instalación”, explicó.

Según especialistas del sector, una planta fotovoltaica de tamaño medio puede amortizarse en menos de cuatro años, dependiendo del uso, las tarifas y los incentivos disponibles.

La directora también destacó que este proceso traerá consigo una nueva mirada sobre la eficiencia energética y el diseño de los espacios productivos. “Cada innovación tecnológica impulsa una reflexión sobre cómo usamos la energía. Empezamos a mirar la orientación de los techos, las sombras, los materiales. Es volver a pensar con inteligencia natural y tecnológica a la vez”, reflexionó.

Un futuro energético descentralizado

La reglamentación de la generación distribuida coloca a San Luis entre las provincias pioneras en materia de energía limpia. Pero, sobre todo, abre un horizonte de competitividad inédita para la producción agropecuaria, especialmente en regiones donde la energía eléctrica representa un costo determinante.

“Estamos a punto de dar un paso histórico. La energía que hoy se produce en San Luis va a servir no solo para iluminar hogares, sino también para fortalecer la producción y cuidar el ambiente. Eso es desarrollo sustentable en serio”, concluyó Giumelli.

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