Diez recomendaciones para ahorrar agua en el hogar

Si bien las lluvias de las últimas semanas han traído alivio a las reservas hídricas de la provincia, la falta del líquido vital es un problema recurrente que afecta a poblaciones enteras y exige un cambio de hábitos cotidianos.

La provincia ha sido bendecida en las últimas semanas con lluvias, lo que ha determinado que los principales ríos que abastecen a los diques mejoren su caudal y recuperen paulatinamente las reservas hídricas, tan castigadas por meses de sequía. De igual forma, el agua es un recurso limitado y su falta (temporal o constante) no deja de ser un problema que afecta a millones de personas en el mundo, que exige que las poblaciones cambien hábitos que atentan contra el buen uso. Por ello, es importante tener presente algunas pautas que especialistas en gestión del agua recomiendan tener en cuenta para el cuidado del preciado líquido vital en los hogares, especialmente durante la temporada de verano.

Las altas temperaturas invitan a darse un chapuzón en la pileta. Dado que las piscinas requieren muchos litros de agua, se aconseja cuidarla con cloro y reguladores de PH para reducir su consumo y evitar recambios constantes. Para el lavado del auto, se sugiere utilizar hidrolavadora, manguera con boquilla de cierre o hacerlo directamente con un balde, que permite ahorrar muchos litros de agua.

No está de más recordar que lo mejor es no regar las plantas en los horarios de mayor calor (por ejemplo, al mediodía o la siesta). Hay que hacerlo en los momentos de menor temperatura (a la mañana temprano o por la noche), para que los rayos del sol no evaporen el agua más rápido.

Una buena ducha es para muchos un momento de disfrute cotidiano. Pero lo ideal es reducir el tiempo en la ducha y priorizar esta forma de higiene por sobre la utilización de la bañera. Además, los especialistas sugieren regular la intensidad del chorro de agua, de modo de no abrir siempre al máximo la canilla, para sumar otro tip que ayuda a reservar.

Una recomendación que vale la pena recordar una vez más es cerrar la canilla mientras se lavan los platos, los dientes o se enjabonan las manos. Abrirla solo al momento de enjuagarlos evita gastar un litro de agua cada diez segundos.

Cuando usamos el lavarropas, es mejor hacerlo con la carga completa. Acumular la mayor cantidad de prendas para cada lavado en lugar de hacer varios con menos cantidad de prendas posibilita hacer un importante ahorro de agua. En la época estival, se puede recolectar el agua de lluvia o aquella que despiden los aires acondicionados y usarla para regar las plantas de interior. En algunos hogares el inodoro es mal utilizado como tacho de basura: se desechan allí distintos tipos de residuos (como las colillas de cigarrillos, papeles, toallitas o protectores femeninos, entre otros). Hacerlo amerita un rotundo ‘no’, no solo porque cada descarga consume una gran cantidad de agua, sino que además, este tipo de desechos son contaminantes y pueden ser peligrosos.

Es importante revisar siempre que las cañerías o tanques de la casa no tengan pérdidas. En caso de tenerlas, hay que llamar a un plomero lo antes posible, para que lo resuelva. Al lavar verduras y frutas lo mejor es usar un recipiente lleno de agua y lavar todas de una vez. Si esa tarea se hace en el fregadero, es preferible colocar el tapón y no dejar la canilla abierta para que corra el agua. Al cocinar las verduras no es necesario usar excesiva cantidad de agua, ya que el sabor y el valor nutritivo se pierden junto con el agua.

Números para tomar conciencia

Algunos números pueden servir para tomar conciencia y magnitud del caudal de agua que implican ciertas actividades. Una canilla abierta vierte entre 6 y 7 litros de agua por minuto y una que gotea desperdicia 12 mil litros de agua anuales. Un tanque de inodoro que pierde agua puede desperdiciar entre 34 mil y 80 mil litros por año. Las piletas de material tienen entre 50 mil y 70 mil litros de capacidad de agua, en tanto que las de lona contienen entre 5 mil y 10 mil litros.

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