Dante Ezequiel Benitez le pegó dos tiros a otro joven, de apellido Ávila, en Villa Mercedes. En la audiencia en la que lo imputaron por el intento de homicidio, no negó lo que había hecho, pero se justificó. Dijo que, en realidad, el arma de fuego en cuestión no es de él sino que fue la víctima quien la portaba y los balazos se dieron accidentalmente en medio de un forcejeo, una pelea entre ambos porque, según él, Ávila había entrado a robar a su casa un día antes.
El fiscal instructor 4, Leandro Estrada, le formuló cargos por «Homicidio calificado por el uso de un arma de fuego en grado de tentativa». Recordó que la agresión por la que Ávila terminó en terapia intensiva ocurrió el lunes, entre las 19:30 y las 19:40, a unos 50 metros de la casa del imputado y a unos 100 metros de la vivienda de la víctima.
El hombre de 25 años sufrió un balazo en la pierna izquierda y otro en el estómago. Estrada señaló que que la zona a la que fue dirigido ese último disparo da cuenta de su clara intención de matar.
Ávila fue ingresado de urgencia al policlínico regional, cerca de las 20. Debido a la gravedad de la herida en el abdomen tuvo que ser operado de urgencia.
Cuatro horas después, la medianoche del martes, Benítez se presentó junto a su abogado, Gustavo Reviglio, en las oficinas que el Departamento de Homicidios tiene en la Jefatura de la Unidad Regional 2. La Policía luego secuestró su auto Volkswagen Gol blanco.
También le realizaron la prueba de dermotest para determinar si había accionado un arma de fuego recientemente, a partir de los rastros de pólvora en sus manos. Los resultados de ese estudio aún no están listos.
En tanto el imputado permanecerá una semana más en el calabozo de una comisaría. Cuando la prórroga del arresto que pidió su defensor se venza, el juez de Garantías Alfredo Cuello resolverá si lo envía al penal, si es que es fiscal pide su prisión preventiva.