Fue el sábado en el clásico entre Defensores del Este y Club Atlético Ate II. Se suspendió a pocos minutos antes del final por una gresca generalizada que involucró a jugadores y cuerpos técnicos.
Este sábado, el clásico entre Atlético Cultural Defensores del Este y Club Atlético Ate II en La Pedrera, Villa Mercedes, se vio empañado por lamentables incidentes. El partido, suspendido en el segundo tiempo con un marcador de 3 a 1 a favor de “El Defe”, se vio interrumpido en dos ocasiones previas debido a disturbios que involucraron tanto a las hinchadas como a los jugadores.
Los acontecimientos tomaron un giro aún más negativo cuando las hinchadas invadieron el campo de juego, desatando una pelea en la que incluso participaron los jugadores. Los efectivos policiales intervinieron para frenar los disturbios, pero las instalaciones sufrieron daños significativos tanto dentro como fuera del estadio.
Lo que nunca sucedió con grandes hinchadas del futbol argentino, Boca, River, Godoy Cruz y las del ascenso del futbol, paso con las locales, alguien no midió las consecuencias de poner las dos hinchadas en el estadio. Fallo el sistema de seguridad, la cantidad de efectivos, accesos a la cancha que estuvieron desprotegidos, deberán realizar una investigación observando los videos, para encontrar los responsables.
Durante los incidentes, se despedazó la red de uno de los arcos, se doblaron tejidos, se levantaron partes del césped, se rompieron estructuras eléctricas y se trizaron vidrios de la escuela ubicada en el salón Digitalia.
Los involucrados también utilizaron banderines arrancados como lanzas. Los destrozos continuaron incluso después de que abandonaran la cancha. Fernanda Sosa, directora del Parque La Pedrera, expresó su desilusión ante estos hechos. Destacó el compromiso previo de evitar este tipo de situaciones y resaltó la responsabilidad necesaria para mantener el campo en buenas condiciones. A pesar de la preocupación, indicó que realizará un relevamiento de los daños y considerará medidas futuras.
El domingo, se suspendió el clásico entre Club Alianza Futbolística y Club General San Martín, programado para las 16:30, como consecuencia de los eventos del día anterior. Se anticipó que ninguno de los dos equipos podrá volver a jugar en esa cancha. Fernanda Sosa subrayó el compromiso del gobernador con la política de “el que rompe, paga” y aseguró que se tomarán medidas adicionales.
La situación generó preocupación y angustia entre los responsables del deporte, evidenciando el contraste entre lo que debería haber sido una fiesta deportiva y el vergonzoso episodio que se desencadenó. La funcionaria también agrego que mantuvo una reunión con el responsable del deporte, Daniel Vera, quien expresó preocupación y angustia “porque lo que debió ser una fiesta terminó siendo un papelón, una vergüenza”.