Por la inflación y la falta de una actualización acorde, los haberes previsionales están en uno de los puntos más bajos de su historia. Sufrieron un fuerte ajuste en el ultimo mes.
La inflación superior al 20 por ciento mensual hace estragos sobre el poder adquisitivo y provocará que la jubilación mínima en la Argentina alcance en febrero un valor real -en términos de poder de compra- inferior al registrado durante la crisis económica del 2002, considerada la peor de su complicada historia.
Este dato surge en un contexto donde el gobierno nacional logró un superávit fiscal en enero, un logro que, según el análisis, se basó en gran medida en la reducción real del gasto en jubilaciones y pensiones. Los cálculos fueron realizados por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), uno de los principales centros de investigación sobre asuntos previsionales.
La reducción en el valor real de las jubilaciones y pensiones se identifica como el factor más decisivo detrás del superávit financiero de 0,2% del PBI logrado en enero. Fue el factor que más pesó y el sector que, hasta el momento, cargó con los mayores esfuerzos.
El análisis se basó en números publicados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) que muestran qué partidas fueron las que explicaron el superávit en el mes.
“Por un mayor retroceso en los gastos, básicamente vinculados con las prestaciones sociales, que la caída que sufrió la recaudación, durante enero la Administración Nacional registró un superávit financiero 77,2% real superior al obtenido en el mismo mes del año anterior”, sostuvo la OPC.
El superávit primario, que no tiene en cuenta el pago de intereses, fue 105,2% superior al obtenido un año atrás.
Los ingresos totales se contrajeron 1,3% en la comparación interanual, impulsados por las caídas de los recursos provenientes de la Seguridad Social (-26,5% año a año) y del Impuesto a las Ganancias (-40,3% año a año), parcialmente compensadas por las subas en el Impuesto PAIS (411,6% año a año) y en los Derechos de Exportación (88,5% año a año). Parte por la mejora del tipo de cambio, parte por cambios regulatorios.
Los gastos totales de la Administración Nacional registraron una caída real de 11,9% año a año en el primer mes del año y el recorte en los primarios llegó a 30,8% año a año.