De los cuatro grupos árabes en conflicto con los israelíes, tres quieren la desaparición del estado de Israel.
La posibilidad de un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos es casi una utopía, porque de los cuatro grupos islámicos en conflicto con el pueblo judío, tres no quieren otra alternativa más que la desaparición de su adversario, asegura la presidenta de la Sociedad Israelita de San Luis, Saada Bentolila.
“Hay quien cree que si Israel entregara un pedazo de territorio se resolvería el problema e ignora que estos tres grupos consideran que Israel es su territorio. Entonces, digamos que la posibilidad de diálogo es casi nula porque deslegitiman la existencia misma del estado de Israel”, afirma.
A dos meses del ataque de Hamás, del 7 de octubre, la comunidad judía vive una angustia permanente por el destino de las personas secuestradas por los terroristas árabes. “De la gente de San Luis que yo conozco, que está en Israel, afortunadamente ninguno ha sido tomado como rehén”, comentó Saada. Estima que “en los últimos cincuenta años de existencia de la colectividad judía en San Luis alrededor de veinte, treinta personas emigraron a Israel”.
Ha trascendido el caso de un puntano, nativo de San Francisco, Juan Manuel Funes Slavutzky, que sirve en el ejército israelí. “Hace más de diez años que vive allá. Fue un poco buscando conocer el mundo y encontró allí su lugar en el mundo. Especialmente lo encontró en el ejército, y hoy con esta guerra fue convocado”.
Dificultades para acordar
Consultada por Todo un país, Bentolila considera que de los cuatro grupos islámicos con los que Israel ha tenido conflicto, tres son intransigentes.
“El Hamás es un grupo islamista que gobierna sobre la Franja de Gaza desde 2007. Su nombre es el acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica. Está inspirado en un grupo de origen egipcio en realidad, que se llama ‘Los hermanos musulmanes’, uno de los grupos sunitas más radicalizados dentro del Islam”.
“El segundo es la ‘Yihad Islámica’, que ha salido a la palestra con el ataque al hospital árabe al Ahli, en Gaza”, dice. Ese bombardeo, el martes 17 de octubre de este año, causó más de 500 muertes y si bien Hamás acusó a Israel, este culpa a la Yihad, uno de cuyos misiles habría caído por error allí.
“El otro grupo que podemos identificar –precisa Saada– es Hezbollah, ubicado al sur del Líbano, en la frontera con el norte de Israel. En árabe significa ‘el partido de dios’, es una organización terrorista chiita, es decir que es como un brazo armado de Irán en este conflicto. Fue fundado en 1982 en El Líbano por la Guardia Revolucionaria Iraní, cuando El Líbano estaba en plena guerra civil. Y se originó, en realidad, para ayudar a los libaneses musulmanes”.
“Hay que recordar que El Líbano tiene dos religiones predominantes, los cristianos y los musulmanes. En cambio en Gaza y en Cisjordania la religión predominante y única te diría yo es el Islam”, detalla la presidenta de la Sociedad Israelita puntana.
“El cuarto grupo es al Fatah, el grupo político hegemónico en Cisjordania. Su sigla es Movimiento de Liberación Nacional Palestino. Fue fundado en 1950 por palestinos de la diáspora (NdP: dispersión de un pueblo por el mundo)”.
El mandato de la ONU era que en Palestina debían organizarse dos estados, uno judío y uno árabe. “Los países lindantes, llámese Egipto, Jordania, Arabia Saudita y los países que conformaron posteriormente la Liga Árabe, les dijeron a los árabes que no aceptaran la existencia, la organización del estado árabe, porque ellos iban a atacar y a expulsar a los judíos de Israel. Lo hicieron, efectivamente, pero no ganaron la guerra”.
Saada sostiene que “los árabes que quedaron en el medio no conformaron estado, pero al mismo tiempo no tuvieron una solución, porque los países tampoco los integraron, es más, los expulsaron”.
En este momento la autoridad palestina, el gobierno de Cisjordania, sí está dispuesta a reconocer la existencia del estado de Israel, aunque no está de acuerdo con los límites territoriales. Bentolila dice que “en cambio el Hamás y Hezbollah dicen ‘todo es nuestro’ e Israel no tiene que existir”.