A casi seis meses del homicidio, Federico Emanuel Sosa empezó a ser juzgado por matar a balazos a Lucas Pastrán. El crimen ocurrió, nada más y nada menos, que la Navidad pasada, cuando la víctima se reunió con el acusado en una esquina del barrio San José de Villa Mercedes, según la teoría de la Fiscalía, para comprarle marihuana.
Sosa está imputado por «Homicidio calificado por cometerse con alevosía y por el uso de un arma de fuego». El tribunal que, hacia el final del debate oral definirá su destino con una setencia, está conformado por los jueces Virna Eguinoa, Sebastián Cadelago Filippi y Cintia Martín.
En la primera audiencia de este martes, el fiscal Maximiliano Bazla repasó lo que sucedió el 25 de diciembre en cuestión. Contó que Sosa y Pastrán se encontraron en la intersección de Leonismo Argentino y Milone. Pero en la supuesta compra de la droga algo salió mal.
De acuerdo a la hipótesis fiscal, la víctima habría golpeado al acusado, quien estaba a bordo de una moto. Luego se retiró y, en eso, Sosa sacó un arma y le disparo dos veces por la espalda.
Según Bazla, los disparos fueron efectuados a una distancia de cinco o seis metros, configurando así un ataque con alevosía, dado que la víctima estaba indefensa y no significaba un riesgo para el agresor.
El defensor Pascual Celdrán, por su lado y como desde el primer día que asumió la representación de Sosa, negó que su cliente haya matado al otro hombre. Y anticipó que lo demostrará con testimonios. Dijo que el o los asesinos podrían ser otras personas, puesto que «nunca existió enemistad ni motivos para que ocurriera el hecho».