Sigue grave Nuriel, el chico por el que reza Villa Mercedes

El último parte médico de ayer indicó “una leve mejoría”, pero sigue bajo coma farmacológico, con respirador y a la espera de que se le desinflame el cerebro.

Nuriel Emiliano Peñaloza Guzmán, el adolescente que se accidentó en moto en un choque contra un auto, no logra superar aún la terapia intensiva. El último informe que comunicaron a sus familiares ayer los médicos del policlínico regional de Villa Mercedes es casi el mismo que el de los días anteriores. Su estado es grave, está en coma inducido, respira gracias a un aparato y tiene una válvula conectada a su cabeza para intentar desinflamar su cerebro.

Pero, en medio de ese negro panorama, el parte médico reveló un dato que a los familiares, amigos y conocidos de “Nucho” los mantiene con la esperanza viva. El chico de 17 años presentó un estado de salud con “una leve mejoría”, le dijo su tío, Sergio “Teko” Guzmán, a Todo Un País.

“Sigue comprometido su estado, pero está un poquito mejor, un poquito”, comentó el hombre, quien es muy conocido en el mundo del básquet villamercedino. El mediodía del miércoles los profesionales del hospital les contaron a los familiares del joven que habían logrado moverlo para realizarle una tomografía, algo que no pudieron hacer antes debido a su delicado estado. Con el estudio, descubrieron que tiene otros traumatismos, en otras partes del cuerpo, pero ninguno grave como el que sufrió en la cabeza.

Los médicos les explicaron que la pequeña válvula que conectaron a su cerebro tiene una función que es vital: lograr deshinchar el cerebro. Les aclararon que deben esperar unos cinco días, que es el tiempo que le toma a esa válvula desinflamar el órgano de la cabeza.

El accidente fue el lunes, alrededor de las 21. Nuriel impactó o fue impactado por un auto que manejaba una mujer. Los voceros policiales señalaron que la automovilista de 58 años iba por calle San Martín, de norte a sur, en un Fiat Cronos, y el chico circulaba en su Keller 110, por Maipú, de este a oeste. Cuando llegaron al cruce de las arterias, la motocicleta colisionó o fue colisionada contra el costado izquierdo del coche, en su parte delantera, donde está el foco izquierdo.

Desde entonces toda la ciudad reza por el chico. Su familia está conmovida por las constantes muestras de aliento y amor que les llegan incluso de personas que no conocen. En las redes sociales y en WhatsApp circulan decenas de cadenas de oración que piden por la pronta recuperación de Nuriel.

Sergio relató que las fuerzas y la fe que les transmiten no ve fronteras, ni siquiera religiosas. Aclaró que, aunque la familia es católica, están inmensamente agradecidos porque en la semana un pastor evangélico se allegó al policlínico y rezó con ellos.

“Estamos muy agradecidos a toda la gente que pide por mi sobrino y les pedimos que no dejen de orar por él, porque cada uno que apoya es como un puntito que suma a su salud”, expresó.

“Nucho” es muy querido. Muchos lo conocen por ser sobrino de “Teko”, pero igualmente ha logrado hacerse querer por su cuenta. Sus compañeros del Colegio Nacional van a visitarlo al hospital, también los de su anterior escuela, la llamada “Industrial”. Los chicos de la Sociedad Italiana, donde actualmente juega al básquet, también le enviaron sus fuerzas con fotos en las redes sociales.

Hace casi diez años otro accidente golpeó para siempre la vida del adolescente y su familia. Su padre, Luis David Peñaloza, murió en un accidente en la V Brigada Aérea. Fue a fines de septiembre de 2015. Su papá era suboficial principal y se desempeñaba como mecánico en Villa Reynolds.

Justamente la tragedia lo alcanzó cuando hacía pruebas en el motor de un avión. En un momento, el Douglas A4-AR Fightinghawk sobre el que trabajaba lo aplastó cuando chocó contra el hangar.

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