Mayo es sinónimo de fe en San Luis. La provincia inicia el Día del Trabajador venerando al Santo Cristo de la Quebrada y al Divino Señor de Renca. Miles de peregrinos caminan, cada año, unos 40 kilómetros el 30 de abril (la distancia que divide la capital con Villa de la Quebrada) para pedir y agradecer promesas cumplidas. También son tradicionales la cabalgata gaucha y la bicicleteada que parten con destino a Renca.
El miércoles es la última jornada hábil de la semana en el suelo sanluiseño. Después del 1 de mayo, hay asueto administrativo por las festividades religiosas, pegado al sábado y domingo.
Durante cuatro días en la provincia fluirá el turismo interno, de otras provincias y visitantes de Chile, muy devotos a ambos santos.
Para que todos preparen la vestimenta necesaria en cada jornada, la Red de Estaciones Meteorológicas (REM) preparó dos informes. Uno con el pronóstico extendido para la Villa y otro, para Renca.
El guiño para los visitantes a ambas localidades es que la REM no anuncia lluvias. Pero sí viento. Noches frescas y tardes cálidas.