Un hombre de 33 años vivió un verdadero miércoles de furia en la ciudad de San Luis y terminó demorado en la Comisaría Seccional 41°.
Por la tarde, policías del Comando Radioeléctrico fueron a un descampado ubicado entre los barrios 544 Viviendas y Mirador del Portezuelo. Habían recibido una alerta por un supuesto disturbio.
Una joven de 27 años les contó que llevaba a su primo (el hombre de 33 años) en un auto y de repente empezó a agredirla verbal y físicamente. Relató que el sujeto se bajó del vehículo, le arrojó una piedra que rompió el parabrisas y que tomó a su hija de rehén -por un momento- en medio del ataque. Luego se fue.

Con los datos aportados por la víctima, los efectivos encontraron al sujeto frente a la manzana 5 del barrio Mirador del Portezuelo. Al tratar de identificarlo, se negó y siguió caminando. Cuando los policías intentaron demorarlo el hombre los insultó, enfrentó a uno de ellos y lo golpeó en el pómulo derecho.
Finalmente lo redujeron, esposaron e ingresaron en la patrulla. Pero lejos de calmarse, rompió de una patada el vidrio trasero del lado del acompañante. Fue trasladado a la Seccional 41°, donde quedó a disposición de la fiscalía de turno.
De acuerdo al informe de Relaciones Policiales, horas antes de estos disturbios el hombre había sufrido un accidente en un Volkswagen Vento sobre avenida José Santos Ortiz. Lo llevaron a un hospital pero se fue sin alta médica. En ese momento no estaba ebrio, lo comprobó el test de alcoholemia.
